Freixenet pacta una nueva dirección con miembros tres familias propietarias

El consejo de administración de Freixenet ha firmado la paz familiar, al menos de forma temporal, tras haber decidido crear una nueva dirección colegiada en la que están representadas las tres ramas familiares propietarias de la firma.

Esta nueva comisión directiva ejecutiva estará integrada por el hasta ahora consejero delegado, Pedro Ferrer, Enrique Hevia y Eudald Bonet, según ha informado la compañía.

De esta manera, Pedro Ferrer dejará de ser el único primer ejecutivo y compartirá las máximas funciones de gobierno corporativo con Eudald Bonet, consejero de la compañía y hermano del presidente, José Luis Bonet, y Enrique Hevia, el responsable financiero del grupo y quien puso sobre la mesa la posibilidad de vender sus acciones al grupo alemán Henkell.

La nueva dirección ejecutiva de Freixenet será la encargada de gestionar el día a día del grupo, que ha vivido un año lleno de turbulencias por las discrepancias familiares en la gestión de la empresa.

A principios de año, los Hevia anunciaron su intención de vender su paquete accionarial del 29 % de Freixenet a Henkell, una posibilidad con la que desde el principio se mostraron en contra los Ferrer.

De hecho, el presidente de honor de Freixenet, José Ferrer Sala, llegó a presentar una oferta firme para comprar el 51 % del capital de la empresa a los miembros de las familias fundadoras, aunque finalmente retiró dicha oferta al no conseguir la financiación necesaria.

En Freixenet, los socios mayoritarios son los Ferrer, rama familiar que controla el 42 % de la empresa y que siempre se ha mostrado dispuesta a seguir al frente de la misma.

José Ferrer Sala es el presidente de honor de la compañía, mientras que su hijo Pedro es el consejero delegado y su otro hijo, José María, el director comercial.

Por otro lado está la familia Bonet Ferrer, que tiene en José Luis Bonet, el presidente de Freixenet, a su máximo representante, en tanto que sus hermanos Pedro y Eudald son el portavoz y presidente de Cellers Solar Viejo, respectivamente.

Los Bonet ostentan una participación del 29 %, la misma que controla la familia Hevia Ferrer, liderada por Enrique Hevia, que es el vicepresidente de Freixenet y director financiero del grupo catalán, que fue fundado hace más de un siglo.

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