El Banco de España admite su responsabilidad en la crisis financiera
El gobernador quiere ser «independiente y riguroso» tras el coste reputacional que ha sufrido, como acusa el Congreso al supervisor
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha admitido el «coste reputacional» que ha tenido la supervisión realizada por la institución en los peores años de la crisis y la mala imagen que esa situación generó entre la población. «Era algo de esperar», asumió este miércoles Hernández de Cos durante el Encuentro del Sector Bancario del IESE con EY.
El responsable del supervisor, quien asumió el cargo el pasado mes de junio al suceder a Luis María Linde, puntualizó que «no hay ningún regulador haya salido indemne si sus bancos hayan sufrido una crisis», como la acontecida en España con virulencia entre 2010 y 2013. Por eso, Hernández de Cos indicó que el Banco de España está «concentrado» en «tratar de vovler a recuperar esa reputación que perdimos» en el pasado. «Tenemos que ser lo más independientes y rigurosos posible», admitió.
Estas palabras llegan dos semanas después de que la comisión que investiga la crisis en el Congreso cargara la mayor parte de la responsabilidad de lo que ocurrió en aquellos años de recesión a supervisores como el propio Banco de España. En su informe de conclusiones, indicaron de forma virulenta, por ejemplo, que estos organismos «no hicieron frente a sus obligaciones». Así se refiere el texto aprobado por los diputados en el que se plasman las conclusiones de un año y medio de comparecencias en las que apenas existen referencias a la culpa que pudiera derivarse de los gobernantes sucesivos desde 2008.
En este sentido, el gobernador confía en la creación de la Autoridad Macroprudencial, en la que está trabajando el Ministerio de Economía, cono vía para poder actuar con las nuevas funciones que ahora tiene el Banco de España, frente a lo que ocurría hace unos años.
Por otra parte, Pablo Hernández de Cos advirtió a la banca tradicional del «riesgo» de que pueda «quedar relegada» a una mera actividad de proveedora de servicios básicos y de bajo valor añadido, como la operativa habitual -ingresos, transferencias, etc.- que se realiza en las sucursales, frente al desembarco de nuevos operadores digitales. Por ello, instó a «reaccionar» para «capturar todas las oportunidades» que está ofreciendo la digitalización, en un mensaje que fue recogido por los consejeros delegados de Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankia, presentes en el mismo acto.