Dime a qué clase social perteneces y te diré cuál es tu salud cardiovascular

"Tanto tienes, tanto vives". Esta máxima define muy bien el mundo loco en el que vivimos. Según una investigación, las desigualdades sociales también afectan a la salud cardiovascular.

El 80 por ciento de las enfermedades cardiovasculares podría evitarse con prevención y unos hábitos de vida saludables. Pero no toda la población tiene acceso a los mismos. Y precisamente ahí, en las desigualdades sociales, radica uno de los riesgos más injustos para la salud cardiovascular. Según un estudio publicado en el British Medical Journal, las inequidades sociales son responsables del 48 por ciento de los eventos cardiacos que ocurren a los hombres y del 71 por ciento de los que suceden a las mujeres. Pero la investigación concluye que tener más posibilidades de sufrir un problema cardiovascular no tiene tanto que ver con pertenecer a una u otra clase social como con vivir en una sociedad desigual. «No signifi ca que las personas más pobres tengan más riesgo cardiovascular, sino que aquellas personas que viven en una sociedad con una gran diferencia entre clases sociales tienen más peligro de sufrir algún evento coronario en algún momento de su vida», aclara el doctor Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC). De todos modos, el estudio pone de manifi esto que en los países del norte de Europa pertenecer a una u otra clase social infl uye más en la salud cardiovascular que en los países del sur. 

Once años de investigación 

Para elaborar este estudio, los investigadores hicieron un seguimiento de casi 111.000 personas durante once años y medio. La población pertenecía a 49 cohortes de población de diez países europeos: Suecia, Finlandia, Dinamarca, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Lituania, Polonia y Rusia. Tras clasifi carlas según su nivel educativo y clase social, se realizó un seguimiento de los eventos coronarios padecidos, las muertes provocadas por una enfermedad cardiaca y la evolución del paciente 28 días después de sufrir el evento cardiaco. La conclusión es que las desigualdades sociales estaban detrás de 343 eventos coronarios masculinos -es decir, 5 de cada 10 casos se debían a desigualdades sociales- y 170 femeninos -7 de cada 10-. Para el doctor Macaya, «la desigualdad social debería entrar dentro del grupo de factores de riesgo cardiovascular y habría que incidir en la democratización de la prevención». El cardiólogo advierte de que las campañas de prevención no llegan de igual forma a las personas más desfavorecidas y que las medidas que ayudan a mantener una buena salud cardiovascular, como la actividad física o la alimentación saludable no están a disposición de todos.

EL PRECIO SÍ IMPORTA

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Si los alimentos saludables fueran más baratos, la sociedad sería más sana. Un estudio reciente que ha dado a conocer la American Heart Association revela que reducir un 10 por ciento el precio de las frutas y las verduras y subir en la misma proporción el de los alimentos azucarados podría prevenir medio millón de muertes en EE.UU. en las próximas dos décadas.  

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