Depósitos, los favoritos del ahorrador pese a su ínfima rentabilidad

Los depósitos son uno de los vehículos de ahorro preferidos por los españoles. Ni su exigua rentabilidad, ni su fiscalidad, ni su iliquidez les disuaden de ahorrar en un producto que en febrero alcanzó récords. Los expertos achacan esta querencia al deseo de seguridad de los ahorradores y a su escasa formación financiera.

Los depósitos son uno de los vehículos de ahorro preferidos por los españoles. Ni su exigua rentabilidad, ni su fiscalidad, ni su iliquidez les disuaden de ahorrar en un producto que en febrero alcanzó récords. Los expertos achacan esta querencia al deseo de seguridad de los ahorradores y a su escasa formación financiera.

Los depósitos de los hogares en España alcanzaron en febrero 811.600 millones de euros, 3.500 millones más que el mes anterior, según datos del Banco de España (BdE), lo que supuso un nuevo récord. En términos interanuales crecieron un 5,54 por ciento, una cifra considerable teniendo en cuenta que se produjo en un escenario en que la rentabilidad media ponderada que ofrecen los depósitos a plazo fijo en España está en mínimos históricos, ronda el 0,05 por ciento. 

El porqué de la 'afición' de los ahorradores a colocar su dinero en un producto tan poco rentable hay que justificarlo en dos factores: la seguridad que desean para su dinero y su escasa formación financiera. «El ahorrador español sigue siendo extremadamente conservador, y ello le ha llevado a centrar su estrategia inversora en los depósitos a plazo fijo. Además, la escasa formación financiera de las familias sumada a escándalos como el de las preferentes, hace que se queden con la opción más sencilla de entender», asegura Estefanía González, portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.

También Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS, cree que debido a la fuerte volatilidad del mercado el pasado año, «los ahorradores que priorizan la preservación del capital buscan un producto que no les genere pérdidas importantes» y optan por los depósitos».

Por su parte, Mar Barrero, directora de Arquia Profim Banca Privada, reconoce que las familias españolas son «ahorradoras y no inversoras» y al decantarse por un producto que les ayude a gestionar sus ahorros «prima la seguridad. También buscan rentabilidad, y cuanto mayor sea mejor, pero si para lograrla tienen que asumir el riesgo de pérdidas en sus ahorros, prefieren sacrificar la rentabilidad y quedarse con el producto que no les da, pero tampoco les quita».

Recuerda que muchos ahorradores dieron el salto el año pasado a productos de inversión como los fondos y «se vieron sorprendidos por la fuerte corrección registrada por todos los activos al final del ejercicio y muchos aún no han recuperado la totalidad de lo invertido a pesar del repunte de los mercados de deuda y renta variable en el primer trimestre de 2019».

¿AHORRAR PARA PERDER PODER ADQUISITIVO?

En muchos casos ahorrar en depósitos supone pérdidas, ya que a su escasa rentabilidad hay que añadir la inflación, que según prevé el BdE para este año rondará del 1,2 por ciento, con lo cual un ahorrador que opte por depósitos puede perder fácilmente poder adquisitivo. «El ahorrador en depósitos ha perdido dinero los últimos años. Invertir en ellos es sinónimo de muy poca rentabilidad o de perder capital», asegura Estefanía González.

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Mar Barrero advierte que si la cantidad depositada no se revaloriza por encima de la inflación, ese dinero se deprecia en ese porcentaje. «Aunque siga teniendo los 1.000 euros invertidos, éstos han perdido poder adquisitivo. Además, está el coste fiscal que implica invertir en un depósito, ya que sobre el cupón hay que aplicar la retención del 19 por ciento».

Según fuentes de HelpMyCash, los tres depósitos a largo plazo más rentables en marzo fueron el depósito a 5 años de Banca Sistema, con una rentabilidad del 1,79 por ciento TAE; el de 5 años de Atlántico, con un 1,64 por ciento TAE, y el de 3 años de Haitong, con una rentabilidad del 1,20 por ciento TAE. 

ALTERNATIVAS PARA LOS CONSERVADORES

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Los ahorradores conservadores no están condenados a una rentabilidad cero o a perder. Pueden esquivar los bajos rendimientos de los depósitos ahorrando o invirtiendo en alternativas que, si bien no ofrecen retornos muy elevados, superan a los de los de los depósitos. Entre ellas se encuentran, según Estefanía González, las cuentas remuneradas. Fuentes de HelpMyCash destacan entre las cuentas de ahorro más interesantes la de Openbank, que ofrece un 3 por ciento TIN durante seis meses y un 1,75 por ciento TIN durante un año.

Otra opción a la que puede acogerse un inversor conservador, a juicio de Paula Mercado, es a los fondos de inversión monetarios o de renta fija a corto plazo, ya que ofrecen rentabilidades moderadas con un nivel de riesgo por volatilidad también reducido. «Muchos de estos fondos incluyen depósitos que el gestor va rotando y combinando con otros activos de renta fija para lograr la mayor rentabilidad controlando el riesgo».

Para Mar Barrero, tras las fuertes correcciones sufridas en 2018 y, pese a que los precios -las valoraciones- han recuperado este año gran parte de lo perdido el pasado, «los fondos de renta fija globales de corto plazo y los de renta fija norteamericana aún cuentan con un interesante potencial de revalorización hasta final de año».

Junto a la rentabilidad, los fondos tienen otras ventajas respecto a los depósitos como su fiscalidad y su liquidez. Estefanía González cree que la tributación es una de sus «grandes bazas», ya que «si utilizamos lo invertido para reinvertirlo o traspasar lo conseguido a otros fondos no hay que tributar, solo lo haremos cuando el dinero esté en nuestro poder. De esa forma, realizaremos un pago de impuestos 'en diferido', lo que es muy ventajoso. Además, con los fondos podemos equilibrar las pérdidas con las ganancias, lo que reduce la factura fiscal».

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Otra de las ventajas de los fondos para Mercado es que son «bastante» líquidos. Tras ordenar su reembolso, el capital se puede recibir en la cuenta en dos días hábiles, mientras que el depósito tiene una fecha de vencimiento y cancelarlo con antelación supone una penalización.

Además, según Barrero, permiten acceder a un amplio tipo de activos como renta fija, renta variable, divisas, materias primas... sin necesidad de hacer grandes desembolsos, ya que hay productos que se pueden contratar por 10 euros. «También son trasparentes en cuanto a los mercados en los que invierten y la política de inversiones que aplican sus gestores».

El vía crucis de los depósitos se inició en marzo de 2016, cuando el Banco Central Europeo (BCE) decidió bajar los tipos de interés al mínimo histórico del 0 por ciento, y continuará, al menos, hasta principios de 2020, cuando los expertos prevén que el BCE los subirá.

Pero, por ahora, según Mar Barrero, «salvo ofertas muy puntuales de algunas entidades, los depósitos no son la alternativa más interesante para gestionar y rentabilizar los ahorros».

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