De pepinos y PIGS

Ayer, la senadora de Sanidad de Hamburgo exculpó a los pepinos españoles como los causantes de 15 muertes en Alemania y 1.400 afectados a causa de una peligrosa variante de la bacteria 'E-coli'.

Pero lo que ha dejado claro esta crisis alimentaria es que España sigue siendo para los países del centro y norte de Europa sinónimo de escasa productividad y profesionalidad. Dan igual los estrictos controles sanitarios a los que se someten las verduras españolas que son exportadas, que sólo hubiera afectados en Alemania y que no todos los enfermos hubieran consumido los famosos pepinos españoles.

El problema va más allá de lo anecdótico. No sólo porque han fallecido 15 personas, que han sido sin lugar a dudas las más perjudicadas, sino porque lanzar las campanas al vuelo acusando a un país y a su sector agrícola de ello ha tenido graves consecuencias. Primero que otros países del norte de Europa se hayan lanzado a poner un veto a estos productos sin pruebas, como han sido Austria o Rusia, sino que han hecho perder a los agricultores españoles 200 millones de euros a la semana.

Lo que ha dejado claro este brote de 'pepinos asesinos' es que para los alemanes somos PIGS y la diferencia entre el centro de Europa con la periferia es abismal. Las dificultades que tiene España por salir de la crisis junto al elevado nivel de desempleo han hecho al país el centro de todas las críticas.

Importa poco que hace un año el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero acometiera un profundo recorte con el fin de cumplir el objetivo de reducción del déficit al 3% en 2013. Todo ello, en un entorno de subidas de tipos que no le favorece ni al país ni a sus habitantes. Pero además, el mercado le penaliza a la hora de lograr financiación en el exterior.

Sin embargo, hoy rompo una lanza a favor nuestro. A pesar del 'tijeretazo' la economía española es capaz de crecer al 0,8% interanual. ¿Cuánto crecería sin esas medidas de recorte? Sin olvidar que según los datos publicados por el Ministerio de Economía y Hacienda de ayer en relación al déficit del Estado parece que se cumplirá este año el objetivo de unos números rojos del 6,6% del PIB.

Lejos están los alemanes de acordarse que durante tres años, desde 2002 hasta 2004, el estado germano incumplió el Pacto de Estabilidad y que el BCE mantuvo los tipos de interés en el 2% para facilitar su recuperación cuando a otros países periféricos a lo mejor les hubiera venido bien una subida del precio del dinero para evitar el recalentamiento de su economía.