Como decir adiós al estreñimiento

Es un problema común, pero incomoda y hasta nos puede cambiar el humor. Y aunque la mayoría de las veces solo es una molestia pasajera, el estreñimiento hay que tratarlo para acabar con él.

¿Realiza menos de tres deposiciones a la semana? ¿Tiene dificultad para desalojar las heces y hace mucho esfuerzo cuando va al baño? ¿Tarda mucho en hacerlo? Entonces le interesa seguir leyendo porque, con toda probabilidad esté sufriendo un episodio de estreñimiento. Una patología que, si bien no es grave cuando es pasajera, afecta a una de cada cinco personas. 

El problema es que estamos tan acostumbrados a sufrirla -especialmente en el caso de las mujeres, tres veces más propensas a padecerla que los hombres-, que solo uno de cada cuatro afectados lo consulta con su médico. 

Pero, ¿por qué somos reacios a consultar al médico si todos sabemos que esos problemas pueden ser el indicio de otra enfermedad más grave? Según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), por dos factores: por la poca importancia que le otorgamos a esta dolencia y porque aún nos produce cierta vergüenza comentar con el médico que la padecemos. Por cada hombre estreñido hay tres mujeres que padecen esta incomodidad. 

Y las hormonas femeninas son, en cierta medida, las 'culpables' de la predisposición de las mujeres a sufrir estreñimiento. «Los cambios cíclicos que se producen con la menstruación -asegura el ginecólogo Juan Arce-afectan al intestino y hacen que se mueva menos, por lo que este no tiene fuerza para efectuar los movimientos que favorecen la evacuación». 

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Pero empecemos por el principio. Cuando el colon absorbe demasiada agua o las contracciones musculares del intestino ralentizan el movimiento de los desechos, las heces se vuelven duras y secas y cuesta más desalojarlas. Y esa dificultad a la hora de defecar acaba por provocar pesadez de vientre, falta de apetito e incluso calambres abdominales y flatulencias. 

En nueve de cada diez casos, esos problemas se deben a una suma de factores fácilmente modificables: a una alimentación escasa en fibra, a una insuficiente ingesta de líquidos a lo largo del día, a la falta de ejercicio o, incluso, a la mala costumbre que tenemos muchas personas de reprimirnos a la hora de ir al baño cuando estamos fuera de casa. Todos estos factores desajustan nuestro organismo y acaban provocándonos estreñimiento. 

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