Can Duran busca crecer a dos dígitos en próximos años y ampliar factoría Seva

El fabricante de embutidos Can Duran, que ha conseguido elevar su facturación de 6,5 a casi 16 millones de euros en los últimos cinco años, prevé mantener su plan de expansión con un crecimiento anual a dos dígitos, lo que le podría llevar a más que doblar sus instalaciones en Seva (Barcelona).

El productor de fuets y salchichones ha aumentado en 2015 sus ventas un 19,5 %, hasta alcanzar los 15,87 millones de euros, y ha invertido unos 5 millones de euros entre el año pasado y el actual para ampliar su capacidad tecnológica y productiva.

En una entrevista con Efe, el consejero delegado de Can Duran, David Garcia-Gassull, que adquirió la empresa en 2010, ha destacado que han cerrado una etapa de cinco años de reposicionamiento de la marca en el mercado y ahora empiezan una segunda de otros cinco años en la que quieren ser "más limpios, más transparentes y más sostenibles".

En la estrategia de la compañía de embutidos el uso de la tecnología es un elemento clave que le ha servido para reformular productos, adaptándolos a los nuevos hábitos alimentarios, y desarrollando, por ejemplo, una línea de productos sin alérgenos.

"Debemos trabajar para romper ciertos tabúes y hacer recomendaciones de dieta equilibrada y mediterránea sin dejar de disfrutar de los productos de siempre, trabajando con reducciones de sal y mirando que grasas hay y qué ingredientes se utilizan para confeccionar estos embutidos. La tecnología nos ayuda", ha apuntado.

A la hora de apostar de manera decidida por la innovación, Garcia-Gassull reconoce que cuenta con la ventaja de proceder profesionalmente de un sector ajeno a los embutidos y de no tener conocimientos técnicos.

"Así es más fácil romper estereotipos. Me cuestiono los ingredientes, las combinaciones que se hacen, los porcentajes de sal...y puedo asumir más riesgos", ha subrayado, tras apuntar que en los últimos años se han tomado decisiones como retirar alguna referencia que no se ajustaba a la estrategia actual.

En 2014, la empresa adquirió las marcas Casa Sendra y Bofill, de nivel "premium" y que suponen un refuerzo al posicionamiento de calidad de la compañía.

Además de continuar el ritmo de crecimiento a dos dígitos, Can Duran se propone en los próximos años dar un salto en la exportación, que considera su "asignatura pendiente", ya que ahora representa sólo un 5 % de sus ventas, que se reparten a partes casi iguales entre Cataluña y el resto de España.

En esta estrategia, Garcia-Gassull no descarta realizar nuevas adquisiciones, aunque advierte que sólo lo hará si se trata de empresas pequeñas "que aporten amplitud de miras, que nos den productos o mercados que no tenemos".

El directivo de esta empresa alimentaria, que ya emplea a unas 70 personas, ha dibujado un plan de futuro que pasa por incrementar de manera importante la capacidad de producción en el caso de que se consigan los objetivos de crecimiento de ventas.

Así, la fábrica de 9.500 metros cuadrados de Seva podría ampliarse hasta 22.500 metros cuadrados para hacer frente a este reto, lo que obligaría a otra fuerte inversión por parte de la compañía.

"Hemos pasado de jugar en segunda división a hacerlo en primera y el coste de los jugadores es más alto. La operación de ampliación está planificada a largo plazo y la iremos ejecutando en la medida en que se plantee la necesidad", ha subrayado, tras asegurar que cuentan con suficiente apoyo financiero.

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