Brasil opta por un modelo liberal o uno intervencionista en la economía

Los dos candidatos favoritos en las elecciones presidenciales de mañana en Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro y el socialista Fernando[…]

Los dos candidatos favoritos en las elecciones presidenciales de mañana en Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro y el socialista Fernando Haddad, proponen modelos opuestos para rescatar a la mayor economía de Sudamérica, ya que el primero se dice totalmente liberal y el segundo intervencionista.

Las encuestas indican que ambos serán los más votados el domingo, con el 32 % de las papeletas para Bolsonaro y el 23 % para Haddad, por lo que, como ninguno alcanzará más de la mitad de los votos, tendrán que medirse en una segunda vuelta el 28 de octubre, a la que concurrirán técnicamente empatados.

Los sondeos indican, por esto mismo, que los brasileños tendrán que optar en la segunda vuelta entre apoyar el modelo liberal propuesto por el ultraderechista, que defiende las privatizaciones y la reducción del gasto público, o el modelo intervencionista de Haddad, quien promete derribar las medidas de ajuste fiscal de los dos últimos años para que el aumento del gasto público pueda "ayudar a girar la economía".

Ambos candidatos tienen diagnósticos diferentes para una economía que comienza a recuperarse de la más profunda recesión de su historia, que se resiente con índices de desempleo aún preocupantes y que enfrenta un déficit fiscal considerado insostenible.

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El vencedor de las elecciones tendrá que asumir un país que, según las últimas proyecciones del Gobierno, tan sólo crecerá un 1,3 % este año tras haberlo hecho un tímido 1 % en 2017 y que aún sufre los efectos de la profunda recesión de 2015 y 2016, la peor en varias décadas, que dejó una contracción del PIB acumulada de cerca del 7 %.

Igualmente asumirá una economía con unos 13 millones de desempleados y una tasa de paro del 12,1 % de la población activa, aún elevada pero al menos menor que el 12,6 % de hace un año.

La mayoría de los candidatos reconoce que el principal desafío económico es el déficit en las cuentas públicas, pero difieren sobre la reforma del régimen de jubilaciones, que el mercado y los economistas considera urgente para reducir el déficit fiscal.

Las cuentas públicas acumularon en los últimos doce meses hasta agosto un déficit nominal de unos 503.000 millones de reales (unos 123.200 millones de dólares), equivalente al 7,45 % del PIB.

Ese enorme saldo negativo provocó un aumento exponencial de la deuda bruta del sector público, que alcanzó en agosto los 5,224 billones de reales (unos 1,280 billones de dólares), el equivalente al 77,3 % del PIB, cuando en 2014 rondaba apenas el 50 %.

La principal propuesta en el programa económico de Bolsonaro, coordinado por el economista Paulo Guedes -un liberal de la escuela de la Universidad de Chicago-, es la reducción de la deuda pública en un 20 % mediante privatizaciones y concesiones al sector privado.

Otra de sus prioridades es eliminar el déficit público y para ello pretende reformar el sistema de pensiones mediante la creación de un sistema paralelo de capitalización.

"Nuestro equipo económico trabaja en la reducción de la carga tributaria, en la desburocratización y en la desregulación", resumió recientemente el ultraderechista, que aclaró que defiende las privatizaciones pero no la de empresas estratégicas como la petrolera Petrobras o el Banco do Brasil.

Haddad, por el contrario, defiende la revocación de las medidas de ajuste fiscal adoptadas por el actual presidente, Michel Temer, como la congelación del aumento de los gastos públicos y la reforma laboral.

El ahijado político del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y candidato por el Partido de los Trabajadores (PT), igualmente promete interrumpir las privatizaciones y volver a darle a Petrobras la exclusividad como operador en los ricos yacimientos del presal.

Para impulsar la economía propone reducir los intereses, crear líneas de crédito baratas para los consumidores, retomar las obras públicas que están paralizadas e impulsar programas de incentivo a la generación de empleo con el fin de que el consumo vuelva a convertirse en el principal motor de la economía de Brasil.

En su opinión, las cuentas públicas tenderán a equilibrarse con la reducción del desempleo, ya que aumentará el número de quienes aportan al sistema de jubilaciones; con medidas contra la evasión fiscal y con una reforma tributaria que eleve lo que pagan los más ricos y que grave ganancias de empresas y de bancos.

La posibilidad de una victoria electoral de Bolsonaro ha llevado a la Bolsa de Sao Paulo a subir con fuerza en los últimos días y al dólar a caer, con el mercado animado con su agenda liberal y poco preocupado con su historial como defensor de la dictadura militar y sus declaraciones de tinte machista, racista y homofóbico.

"Pero creo que el mercado no está apreciándose por la posible victoria de Bolsonaro, sino por la posible derrota de Haddad. Porque el mercado sabe lo que representa el PT y sus políticas económicas, a las que atribuye el elevado déficit fiscal, pero no sabe nada de Bolsonaro. Su política económica es una interrogación", dijo a Efe el analista André Perfeito, economista jefe de la corredora Spinelli.

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