Arturo Bris (IMD): La falta de innovación lastra la competitividad de España

España es un país "poco innovador", lo que le ha desplazado hasta el puesto 36 de la clasificación de competitividad[…]

España es un país "poco innovador", lo que le ha desplazado hasta el puesto 36 de la clasificación de competitividad elaborada por el Centro de Competitividad Mundial del IMD, según ha explicado el director de esta organización, Arturo Bris.

España ha bajado dos puestos respecto a la anterior clasificación, porque "hay una concepción errónea sobre la innovación, ya que se piensa que tiene que ser generada por el sector privado", mientras que en otros países está fomentada desde el gobierno, ha indicado Bris durante una entrevista a Efe.

El sector público tiene que apostar por la innovación, no tanto con ayudas o subvenciones, sino que "tiene que adoptar el papel de inversor supremo", ha aconsejado.

Culturalmente, España "no ha sido un país innovador" y ha basado su modelo de competitividad "en la reducción de costes y el aumento de las exportaciones", según el director.

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Sin embargo, "es un país extremadamente productivo", a pesar de que "todo el mundo tiene la idea de que se trabaja poco", pero en productividad por trabajador está al mismo nivel que Alemania, ha recordado.

El problema es que "los salarios se han mantenido bajos, pese a que la productividad ha aumentado", ha destacado Bris, que ha hecho hincapié en que "mientras no suban los salarios, se seguirá perdiendo talento".

"El pilar fundamental de la competitividad es el empleo, porque es lo que genera prosperidad" y en la medida en que el empleo no se recupera "no se ha salido de la crisis", motivo por el que España figura todavía en la parte baja de las clasificaciones de competitividad.

Otro de los factores que lastran la competitividad es el dominio del sector público sobre la economía, ya que es "bastante intervencionista", ha señalado Bris.

Respecto al sector privado, ha puntualizado que no existen empresas globales españolas, sino que "son internacionales", lo que limita "tanto la atracción de talento como la creación de talento propio".

Las empresas del Ibex 35, que son las que más salen al exterior, "están cerca de los ministerios y no hay ningún presidente de una gran empresa española que sea extranjero", ha remarcado.

Esta situación "no existe en ningún país del mundo" y es un problema porque "no viene gente de fuera a decir en qué se tiene que mejorar", ha explicado Bris, que ha considerado como excepción a Inditex y Santander.

Estados Unidos ocupa la primera posición de la clasificación del IMD, con lo que ha avanzado tres plazas respecto a la edición anterior, gracias "a la combinación de las políticas de Donald Trump y Barack Obama".

Bris ha valorado las políticas proteccionistas del presidente Donald Trump como "muy buenas para la competitividad estadounidense a corto plazo", ya que ha creado "un sentimiento empresarial muy positivo" para la clasificación, que se basa en un cuestionario a ejecutivos.

En la situación contraria se encuentra Venezuela, que ocupa el último puesto de la tabla y a la que ha calificado de "estar perdida por varias generaciones", según el director.

Venezuela "es un caso fantástico de lo que no es competitividad, porque hacen todo lo contrario de lo que se debe hacer para ser competitivo", ha insistido.

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