Arde la política: Europa se la juega en un marzo de infarto

Las simbólicas elecciones holandesas del miércoles son la antesala de la cumbre de Roma del día 25 y la inminente activación del 'brexit' por Londres, aún sin fecha. 

 «Ocurrió en marzo de 2017...». La Historia de la UE reservará un espacio sustancial al actual momento político que sufre el club de clubes. «Aquel marzo...». Un mes de infarto, sin duda. Comenzó el día 1 con la presentación del Libro Blanco sobre el futuro de Europa elaborado por el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker; le siguió la cumbre de Versalles celebrada el día 6 entre Francia, Alemania, España e Italia, que condicionó la agenda de la abrupta cumbre de jefes de Estado o de Gobierno celebrada a final de semana en Bruselas. Primero a 28, con Polonia dando la nota, y ya el viernes, a 27, con los líderes muy divididos debatiendo qué significa eso de la Europa a varias velocidades, algo que los del Este ven como un nuevo telón de acero. El mes ni siquiera ha llegado a su ecuador y pese a la sobredosis europea, todavía queda lo mejor, así que pónganse cómodos.

El marcapasos europeo no da más de sí, pero deberá ponerse de nuevo a prueba este miércoles, día 15, cuando los holandeses acudirán a las urnas para decidir si deciden castigar al 'establishment' y dar la victoria al eurófobo y xenófobo Geert Wilders, del Partido por la Libertad (PVV). Los Países Bajos, país fundador y quinta potencia del euro, se ha convertido en el gran banco de pruebas del creciente y temido populismo que recorre el corazón de las grandes capitales del club y que amenaza con dinamitar la UE desde dentro, desde el mismo poder. Es el sueño de gente como Wilders, que aunque odie a la UE, todavía tiene más odio hacia los musulmanes, lo que le ha granjeado muchos apoyos entre el electorado.

Tanto, que hasta hace una semana dominaba de calle todas las encuestas aunque ahora, parece haber perdido algo de terreno frente al actual primer ministro, el liberal Mark Rutte (VVD), que se ha visto obligado a endurecer su discurso migratorio a tenor del éxito del radical Wilders. «Éste es uno de los problemas, que al final, gane o no, su discurso sí ha imperado», advierte Salvador Llaudes, investigador de Elcano.

Para bien o para mal, lo que suceda el miércoles en Holanda supondrá un golpe moral significativo para futuras elecciones europeas, sobre todo en Francia. Aquí, la 'hermana gemela' de Wilders, Marine Le Pen, lidera todas las encuestas en primera vuelta. No así en segunda, pero las encuestas también decían que el 'brexit' jamás iba a suceder o que la victoria de Donald Trump era imposible. Así que a la UE, sólo queda cruzar lis dedos y rezar. Mucho.

Es tal la relevancia que se ha dado a lo que puede pasar en las elecciones de los País Bajos que los votos se contarán a mano para evitar la presunta 'mano negra' de Rusia en los sistemas informáticos usados en otros países, como Estados Unidos. ¿Qué sucederá? Si los candidatos cumplen su palabra, Geert Wilders no será el nuevo primer ministro aunque gane de goleada. «Hay cero posibilidades de pactar con él», zanjó Rutte. Es tal la polarización del Parlamento, que se espera que 15 partidos pueden entrar en él y que ocho tengan al menos 10 escaños. La clave es sumar 76 (la Cámara tiene 150), por lo que la futura coalición de gobierno podría tener que estar formada por cuatro o cinco partidos ya que el partido ganador, según las encuestas, no llegará ni a los 30 diputados.

El miércoles será día 15 y tras Holanda, aún quedará lo mejor. El día 25, la futura Europa a 27 celebrará su refundación en Roma aprovechando el 60º aniversario del Tratado que dio origen al club y que lleva el nombre de la capital italiana. «Más que como un cumpleaños, debemos interpretarlo como el nacimiento de la Europa de los 27. Quo vadis, Europa?», se preguntaba Juncker durante la presentación de su Libro Blanco. «Europa siempre ha estado en una encrucijada, pero siempre se ha adaptado y ha evolucionado», arengó.

Los líderes de las cuatro grandes potencias de la Eurozona acordaron el pasado lunes en Versalles que la Unión Europea será a dos velocidades o no será. No se trata de discriminar entre ricos y pobres, o entre el oeste y el este, sino de invitar a aquellos países que desean avanzar en la integración a hacerlo de forma que nunca se cierren las puertas para el resto. «El tren no puede avanzar a la velocidad del última vagón. Si alguien quiere quedarse en la estación, que lo haga, perfecto, pero que no entorpezca al resto», relata un veterano diplomático destinado en Bruselas.

«No contaminar Roma»

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En Roma hay que lanzar un mensaje realista, convincente pero sobre todo esperanzador. En esto están los gurús comunitarios, buscando el adjetivo perfecto que domine el relato de una cumbre en la que sobrevuela el fantasma del 'brexit', que deberá activarse por Londres antes del día 31, según desveló su primera ministra, Theresa May. ¿Cuándo enviarán la carta invocando el artículo 50 de salida? Es la gran incógnita.

«Sólo esperamos que no contamine la cumbre de Roma y en teoría, el Reino Unido no quiere crear más problemas y ganarse más enemigos de los que ya tiene», aseguran fuentes comunitarias. Se manejaban dos escenarios. Que lo hagan en torno al día 15 para tener dos semanas hasta Roma, o que lo hagan en la semana del 27 al 31, opción que está ganando enteros en los mentideros. En las últimas horas ha ganado fuerza el rumor de que podrían hacerlo incluso este mismo martes, día 14.

La fecha es clave ya que los 27 deberán celebrará una cumbre 'ad hoc' para formalizar el proceso de salida y pactar las 'guidelines' (las directrices) de la gran negociación con los británicos, que en teoría se prolongará durante dos años. En un principio se había barajado el 6 de abril como fecha más probable, para ahora parece que será a finales del mes que viene ya que harán falta «unas cuatro semanas entre la activación y la reunión». ¿Qué pasará?

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