Alexandre Bompard toma las riendas de Carrefour por la jubilación de Plassat

El francés Alexandre Bombard, que ha estado al frente de Fnac desde 2011 y ha pilotado su fusión con la cadena de electrodomésticos Darty, asume hoy las funciones de presidente del gigante de la distribución Carrefour en sustitución de Georges Plassat, que se jubila.

Bompard, que tiene 44 años, va a dedicar las próximas semanas -según la prensa francesa- a realizar visitas a tiendas y departamentos de Carrefour y a reunirse con diferentes responsables y representantes del personal, en espera de la publicación de los resultados semestrales, que se ha retrasado al 30 de agosto, oficialmente por la salida a Bolsa de la filial en Brasil.

Últimamente ya ha mantenido encuentros con Plassat y con otros antiguos altos cargos, como el expresidente Daniel Bernard.

También va a configurar su nuevo equipo, lo que entre otras cosas significará el reemplazo de la directora de recursos humanos en Francia, Isabelle Calvez, que se va a Suez.

En su elección, además de su juventud, pesó su experiencia, en particular en el negocio digital, que se espera que sea utilizada para la transformación del grupo de distribución.

Bompard, que estudió en la Escuela Nacional de la Administración (ENA) por la que ha pasado una parte importante de la elite política y económica francesa, inició su carrera como alto funcionario y trabajó de 2002 a 2004 como consejero del entonces ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, el conservador François Fillon.

Pasó al sector privado en 2004 al entrar en Canal Plus y en 2008 asumió la presidencia del grupo de radio Europe 1, antes de saltar a la Fnac.

Plassat estaba como "número uno" de Carrefour desde mayo de 2012, aunque ya había trabajado en la empresa, como director ejecutivo para España y administrador delegado de Pryca entre 1997 y 1999.

Precisamente, mantener su apuesta por España pero también por Italia sin cerrar tiendas cuando ambos países estaban afectados de lleno por la crisis -contra la opinión de los mercados- ha sido uno de los elementos que han marcado su mandato, al igual que la reducción de la deuda.

Las acciones han subido más del 57 % en los cinco últimos años, aunque acumulan pérdidas de casi el 19 % en los tres últimos.