Acuerdo entre China y EEUU: Una posibilidad remota
La guerra comercial que enfrenta a Estados Unidos contra China va para largo, para muy largo. Y es que los[…]
La guerra comercial que enfrenta a Estados Unidos contra China va para largo, para muy largo. Y es que los dos gigantes mundiales no logran ponerse de acuerdo para zanjar un conflicto que amenaza con descarrilar el crecimiento de la economía global y que ya está pasando factura. Hace unos días, China desveló una tasa de crecimiento del PIB del 6,3%, la menor en en casi tres décadas, y no es casualidad que esto haya sucedido en pleno conflicto. De hecho, el propio Trump se ha jactado de que el frenazo chino se ha debido precisamente a la acción de Estados Unidos.
Lejos de apaciguar los ánimos, el presidente estadounidense se ha quejado de que China no está comprando las grandes cantidades de productos agrícolas de Estados Unidos que afirma que Xi prometió adquirir. Por el contrario, los chinos están esperando que Estados Unidos levante efectivamente el castigo al fabricante de móviles Huawei, algo que tampoco ha sucedido, pese a las promesas de Trump. Por eso, los inversores dudan de que ambos líderes se vuelvan a ver las caras para negociar en el corto plazo.
Así las cosas, fuentes financieras familiarizadas con las negociaciones explican a Bloomberg que "llegar a un acuerdo comercial integral a medida que Trump se prepara para la reelección el próximo año parece cada vez una posibilidad más remota", apuntan. "He dicho repetidamente que este no es un proceso de 10 minutos", dijo el secretario de Comercio Wilbur Ross dijo a Fox Business el miércoles. "Este es un proceso largo e involucrado".
La cuestión es que los más allegados a Trump en el terreno comercial se plantean ahora si la campaña del presidente estadounidense se vería de verdad beneficiada en caso de firmarse la paz con China, acuerdo que luego tendría que vender a los ciudadanos estadounidenses, en un ambiente cada vez más hostil contra el gigante asiático. Los chinos, que también saben esto, van a ir con mucho cuidado en las negociaciones y no van a firmar algo que Trump podría romper en cuanto sea reelegido. Así que las negociaciones serán muy duras.
En el caso de que se reanuden las negociaciones, está por ver si será sobre la base del acuerdo que se paralizó a finales de mayo, o si ambas delegaciones hacen borrón y cuente nueva para empezar desde cero. De nuevo, nada está claro, porque mientras que Trump salió del G20 jactándose de las grandes cantidades de productos agrícolas que iba a comprar China a Estados Unidos, fuentes financieras explican a Bloomberg que Pekín no hará concesiones especiales, o no al menos hasta que el ejecutivo de Trump emita licencias especiales para que los proveedores estadounidenses reanuden los envíos a Huawei antes de comprar más productos.
Así las cosas, fuentes familiarizadas con las negociaciones por el lado chino aseguran que los funcionarios del gigante asiático exigen que cualquier acuerdo cumpla tres condiciones: eliminación de todos los aranceles, objetivos de compra realistas y un equilibrio e igualdad adecuados para las dos partes. Además, por supuesto, nada de esto será posible a menos que Estados Unidos saque a Huawei de su lista negra.