Desaceleración económica: ¿los datos que lo confirman?
Llevamos hablando con cierta preocupación desde hace algunas semanas de cierta desaceleración de la economía española. La propia ministra de[…]
Llevamos hablando con cierta preocupación desde hace algunas semanas de cierta desaceleración de la economía española. La propia ministra de Economía, Nadia Calviño, ha hecho referencia a estos datos y habla de una normalización de la economía, que seguirá creciendo (a un ritmo del 2,7% según las previsiones de las casas de análisis para este año) aunque no rebasará el 3% de los últimos ejercicios.
Antonio Sales, analista de XTB, reconoce que "nos encontramos en un momento de ralentización generalizada en Europa y por tanto en España. Estamos viendo como los principales indicadores macroeconómicos a través de los cuales se valora el funcionamiento de la economía han presentado leves correcciones o estabilizaciones en su crecimiento durante el primer semestre del año". Sin embargo, esto también coincide con un cambio de ciclo en la política expansiva del BCE. "Tras las políticas ultra expansivas vividas hasta el momento, la economía no ha mostrado a nivel de inflación el rendimiento esperado y el BCE se ve obligado a actuar aun sin querer para evitar un sobrecalentamiento de la misma, viéndose obligado a adoptar una aptitud más rígida mediante la apreciación paulatina de los tipos de interés junto con el fin de la compra masiva de deuda", señalaba Sales.
Lo cierto es que la ha sufrido cierta ralentización en 2018. El PIB creció un 0,6% en el segundo trimestre, una décima menos que en el primero y a su menor ritmo desde el segundo trimestre de 2014, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El PIB crecerá el 2,7%, por lo que ya se esperaba una ralentización con respecto al 3% de 2017. Para el 2019 espera un alza del PIB del 2,4%. Los precios del petróleo, que siguen subiendo, ha sido una de las causas: el barril de Brent cotiza en los 78 dólares. Es el primer trimestre, tras doce trimestres consecutivos, en que el PIB anual crece por debajo del 3%.
La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB fue de 2,9 puntos en el segundo trimestre, una décima superior a la del primer trimestre, mientras que la demanda exterior presentó una aportación de -0,2 puntos, cuatro décimas inferior a la del trimestre pasado. El deflactor implícito del PIB aumentó un 0,7% respecto al mismo trimestre del año anterior, seis décimas menos que en el trimestre anterior.
Por su parte, el empleo de la economía, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registró una variación del 0,8% respecto al trimestre anterior, tres décimas superior a la registrada en el primer trimestre. En términos interanuales, el empleo aumentó a un ritmo del 2,5%, una décima menos que en el primer trimestre, lo que supone un incremento de 448.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.
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El consumo interno que tira del PIB se situó en el trimestre en un 0,2%.
El empleo y afiliación son otros datos a tener en cuenta. La Seguridad Social perdió en agosto una media de 202.996 afiliados (-1,07%) respecto al mes anterior, lo que situó el número de ocupados en 18.839.814 cotizantes. En julio, superó los 19 millones de afiliados en julio con el mejor dato de los últimos diez años La Seguridad Social ganó en julio una media de 35.819 afiliados ( 0,19%), con lo que al finalizar el mes pasado el total de ocupados se situó en 19.042.810, la mayor cifra global de los últimos diez años.
En cambio, el Indice General de Producción Industrial (IPI) repuntó un 2,8% en julio en relación al mismo mes de 2017, tasa 4,9 puntos superior a la de junio, según ha informado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sin embargo, el coste laboral por hora trabajada ha disminuido un 2% en el segundo trimestre debido al mayor número de horas trabajadas que el año anterior por la Semana Santa, que en 2018 fue en el primero.
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