Cuba desluce acto de disidentes a costa de tensión diplomática a tres bandas

Una entrega de premios organizada por opositores cubanos hoy en La Habana desembocó en un inesperado conflicto diplomático, después de[…]

Una entrega de premios organizada por opositores cubanos hoy en La Habana desembocó en un inesperado conflicto diplomático, después de que Cuba vetara la entrada al país de tres de los invitados al acto, entre ellos el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el expresidente mexicano Felipe Calderón.

Almagro, Calderón y la exdiputada chilena Mariana Aylwin no pudieron viajar el martes al país caribeño para participar en una convocatoria de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, presidida por Rosa María Payá, hija del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá, y que el Gobierno de la isla ha tildado de "provocación".

"Esperamos que esta agresión, esta grosería (...) encuentre una respuesta y una reacción en todos los gobiernos pertenecientes a la Organización de Estados Americanos (OEA), en todos los gobiernos de nuestra región y también en la Unión Europea", dijo este miércoles Rosa María Payá en su casa de La Habana.

Las cancillerías chilena y mexicana lamentaron la decisión de Cuba.

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Chile fue más allá y anunció que llamará a consultas a su embajador en el país caribeño.

Mientras, la única respuesta oficial por parte de Cuba ha partido de su embajada en Chile, que mediante un comunicado se refirió al asunto como "una grave provocación internacional contra el Gobierno cubano" con el fin de "generar inestabilidad interna" y afectar las relaciones diplomáticas de la isla con otros países.

Según esa nota, el acto fue gestado "por un grupo ilegal anticubano que actúa contra el orden constitucional y que concita el repudio del pueblo, con el contubernio y financiamiento de políticos e instituciones extranjeras".

El Gobierno cubano considera a todos los opositores como contrarrevolucionarios y mercenarios a sueldo de intereses "imperialistas".

La vivienda de los Payá en un barrio de La Habana era el lugar donde debía celebrarse un homenaje y la primera edición del premio "Oswaldo Payá: Libertad y Vida", un acto que finalmente se llevó a cabo, pero con las sillas vacías de los invitados internacionales que no pudieron viajar a Cuba.

"Las sillas permanecerán vacías" hasta que los premiados "puedan aterrizar en La Habana" para recogerlos en persona, aseguró Rosa María Payá.

Al acto acudió en torno a una veintena de invitados, entre los que se encontraban la jefa de la sección político-económica de la embajada de Estados Unidos en Cuba, Dana Brown, así como representantes diplomáticos de Suecia y la República Checa.

La decisión de La Habana de no autorizar la entrada al país del jefe de la OEA fue conocida después de una noche de incertidumbre en que no se sabía si Almagro había viajado o no a la capital cubana, adonde inicialmente tenía pensado volar desde París, donde ayer participó en actividades institucionales.

Finalmente el diplomático uruguayo despejó las dudas a través de su cuenta de la red social Twitter, en la que anunció que Cuba le denegó el visado al considerar el motivo de su visita una "provocación inaceptable", y publicó una carta de respaldo a Rosa María Payá.

En los últimos años, Cuba y la OEA han llevado a cabo un proceso de acercamiento, tras la expulsión en 1962 de la isla caribeña por su adhesión a los postulados comunistas en plena guerra fría.

La suspensión de Cuba fue levantada en 2009, en 2014 el antecesor de Almagro, José Miguel Insulza, se convirtió en el primer secretario general en viajar a la isla en cinco décadas y en 2015 el país caribeño participó por primera vez en una Cumbre de las Américas, junto el resto de países del continente.

Sin embargo, el presidente cubano, Raúl Castro, ha descartado con rotundidad el regreso de la isla a ese organismo.

Hoy Rosa María Payá pidió a la OEA que apoye el derecho del pueblo cubano a decidir sobre su destino.

"En la medida en que Cuba se democratice, también ganarán en estabilidad todas las democracias en América Latina", consideró la opositora, quien confió en que "hoy sea el inicio de un compromiso de la OEA con la causa de los derechos y la libertad en Cuba".

Precisó que no esperan que ese organismo "hable en contra de nadie", sino que se ponga "del lado de todos los ciudadanos cubanos en su derecho a comenzar un proceso de transición".

Oswaldo Payá falleció en julio de 2012 junto al también disidente cubano Harold Cepero, tras impactar contra un árbol el vehículo en el que viajaban y que conducía Ángel Carromero, dirigente de las juventudes del Partido Popular de España.

La familia Payá sostiene que fue un asesinato orquestado por las autoridades cubanas, aunque el juicio contra Carromero por homicidio confirmó la tesis del accidente.

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