China, un fantasma en la foto fija de BBVA
Tuvo que ser un analista, ya en las postrimerías del estreno del nuevo consejero delegado de BBVA Ángel Cano, en[…]
Tuvo que ser un analista, ya en las postrimerías del estreno del nuevo consejero delegado de BBVA Ángel Cano, en una presentación de resultados del grupo, el que alertara de una ausencia clamorosa: "¿Y China? No le han dedicado ni una sola palabra cuando ha sido una de sus grandes apuestas". El sustituto de Goirigolzarri ni se inmutó y contestó con un puñado de generalidades. Que sigue siendo una buen inversión desde el punto de vista estratégico a largo plazo, que habrá oportunidades y que hay un plan para ir creciendo de forma muy activa en el mundo mayorista.
Y hasta ahí llegó Cano en un buen día para BBVA, que presentó unos buenos resultados trimestrales, bastante mejores que los esperados por los analistas. Por eso resaltó más lo que se quedó en el tintero. Tanta parquedad con Asia contrastó, y mucho, con la defensa encendida que el director financiero Manuel González Cid había realizado unos minutos antes del negocio en América del Sur. Pidió a los analistas que valoraran el empuje de un área cuya contribución es ya equiparable a la de México.
No debe estar muy contento Manuel Galatas, el primer responsable de BBVA en Asia, con la presentación de 54 páginas que el banco puso en ayer en manos de la comunidad financiera. Sólo una referencia a China para recordar la primera operación conjunta del banco y Citic para financiar los ferrocarriles chinos por valor de unos modestos 75,5 millones de euros a 10 años. Da toda la impresión de que desde el grupo se tiene muy claro que la contribución de Asia a los resultados globales no va a pasar a corto y medio plazo de testimonial. Dicho de otra forma, que al menos de momento puede ser mejor correr un tupido velo y no hacer de la zona más valoraciones que las justas y, si es posible, ninguna.
Nada que ver con un desembarco en China en 2006 que supuso la mayor inversión de una compañía española en el gigante asiático. En total, 989 millones de euros repartidos entre los 501 pagados por el 5% de China Citic Bank (CNBC) y otros 488 por el 15% de Citic Internacional Financial Holdings (CIFH). Con este último BBVA está desarrollando los negocios de banca corporativa, de inversiones y tesorería en Asia. Sin, de momento, unos resultados deslumbrantes. Luego, a mediados del año pasado, BBVA doblaría su participaciones en ambas entidades. Es decir otros 800 millones de euros para una inversión total de 1.789 millones.
Y aunque podría seguir creciendo en el capital de Citic, de momento ha decidido parar el carro. En declaraciones a Dow Jones Newswires, Galatas aseguraba el pasado mes de mayo que subir del 10% al 15% tendría demasiado coste y, textualmente, decía que "la opción para ampliar en el banco no tiene valor intrínseco". Posiblemente no ahora, cuando los analistas consideran que la contribución de Asia en los próximos trimestres será de corto alcance. En su último informe sobre la banca española, Santander, que mejora sensiblemente el precio objetivo de BBVA, cree que es improblabe que la inversión de su gran competidor en España en China pueda contribuir de forma signficativa en los resultados a corto plazo.
Pero la espesa cortina que BBVA ha tendido sobre sus negocios en China no oculta algunos datos que sin duda habrán tranquilizado a la cúpula del banco español. Citic, que en bolsa viene de las profundidades que en octubre del año pasado lo llevaron a un mínimo de 1,86 dólares de Hong Kong por acción, vive unos días felices en el parqué. Cotiza por encima de seis euros, ha ganado un 200% en los doce últimos meses y un 125% en 2009. Dos cifras por encima de la media del sector bancario asiático, que ha subido extraordinariamente en los últimos meses. Un consuelo para Galatas, que ve como de momento y ya veremos hasta cuándo -es una incógnita la aportación de la región a los resultados, que el año pasado no superó el 2%- Asia ha desaparecido de la foto fija de BBVA.