¿Acaba el ciclo alcista en Wall Street?
La bolsa americana ha más que duplicado su valor desde 2009 y en 2015 se paró. Comienza a hablarse de fin de ciclo coincidiendo con datos industriales algo preocupantes. Pero la historia alcista aún puede continuar, aunque no de manera indiscriminada.
La bolsa americana ya cerró 2015 en negativo. Y se teme que el ciclo alcista en Wall Street haya acabado. Así lo cree Daniel Pingarrón, de IG, por tres razones: la sobrevaloración a la que ha llegado después de uno de los mayores y más largos 'rallies' (el S&P 500, desde marzo de 2009, ha subido un 170 por ciento); por el inicio de las subidas de tipos, lo que merma rentabilidad y márgenes; y por la bajada del crudo, que se deja sentir sobre la inversión. Por ello, Pingarrón opina que en 2016 la bolsa americana lo hará peor que la europea. Puede, en su opinión, hasta que termine en negativo, aunque no espera que las caídas sean dramáticas. Para Tomás García-Purriños, de Morabanc, «es precipitado hablar de un cambio de ciclo», aunque añade que «los niveles en juego son muy relevantes». En su opinión, la pérdida de los 1.900 del S&P 500 pondría en duda la tendencia de largo plazo, que podría quedar rota si el índice cediese los 1.800. De momento, dice, lo más correcto es encuadrar este movimiento dentro de una consolidación.
Para Celso Otero, de Renta 4, la bolsa americana está bien valorada, por lo que, en su opinión, sólo le queda el potencial que le dé la evolución de sus beneficios. En cuanto a éstos, los expertos de Goldman Sachs comentan que el beneficio por acción de las empresas americanas habría caído un 7 por ciento en 2015, hasta los 106 dólares por acción, pero esperan un rebote en 2016 y en 2017 de un 11 y un 8 por ciento respectivamente. El pasado año habría sido, pues, en beneficios el peor para el S&P 500 desde 2008. En cuanto a los márgenes, si bien han caído cerca de 100 puntos básicos desde el pico del tercer trimestre de 2014, sobre todo por lo ocurrido en la energía, se espera una recuperación en 2016 y en 2017. Respecto a sectores y valores, los expertos de Goldman aconsejan comprar las acciones de las empresas que protagonizan la expansión de márgenes. Han identificado 34 nombres que los elevarán al menos 50 puntos básicos anuales en 2016 y 2017. En consumo discrecional, mencionan empresas como TripAdvisor, Time Warner, Netflix, Starbucks o Tiffani; en bienes de consumo, Monster; en salud, Amgen; en industriales, Equifax; en tecnología, Adobe, Alphabet, PayPal o Visa; en materiales, Vulcan o Ecolab...
La selección de valores puede ser la clave. Respecto a ello, Bankinter aporta otra pista: la fortaleza del dólar y la desaceleración de la demanda de los emergentes provocarán que las exportaciones pierdan impulso y ello se está reflejado en una producción industrial a la baja. Quizás haya que enfocarse, pues, en empresas cuya demanda dependa más del consumidor americano, dada la fortaleza del empleo que demostró el informe oficial de diciembre, así como la caída del crudo que deja más dinero en su bolsillo. Así, Diego Jiménez-Albarracín, de Deutsche Bank, se queda con el sector salud, con tecnológicas como Facebook, Google o Amazon, además de los grandes bancos y excluiría industriales, consumo no cíclico, energía y materias primas. Reconoce que aunque puede haber sectores que lo sigan haciendo bien este año, el mal comportamiento de otros puede empañar el resultado final de la bolsa americana.
Otero, en todo caso, ante los riesgos, se quedaría con las compañías de mayor calidad, líderes en sus respectivos segmentos, potencial de crecimiento de sus beneficios e inmersos en alguna megatendencia global. Enumera Coca-Cola, Pepsi, McDonald's, Intel, EMC, J&J, Oracle y Microsoft. Como añade García-Purriños: «Éste no será un año para hacer experimentos. Lo ideal en este contexto podría ser refugiarse en empresas con crecimiento de beneficios y generación de flujo de caja».
Calendario electoral
La apuesta de Otero por las compañías del consumo doméstico se basa también en el hecho de que éste es año electoral y esa circunstancia suele favorecer a estas empresas. Pingarrón detalla las repercusiones en bolsa del calendario electoral. Los comicios serán el 8 de noviembre. Octubre y noviembre son los meses en los que más cotizan las elecciones y suele ser alcista el hecho de que las encuestas anticipen que el partido en el poder (en este caso los demócratas) renueva y acierten. En ese caso, los avances se prolongarían también en diciembre. Pero en caso de victoria de la oposición, octubre y noviembre tienen sesgo especialmente bajista.
El calendario de la Fed puede verse afectado por las elecciones, dado que la institución no suele subir los tipos de interés desde medio año antes de la fecha de los comicios. Teniendo en cuenta, por ejemplo, que desde Groupama no esperan un incremento del precio del dinero hasta el mes de junio, no son de esperar muchos endurecimientos monetarios. Según Otero, es posible que sólo haya uno. Aunque tanto desde Morabanc como desde Deutsche Bank apuestan porque haya tres.
¿Cómo puede terminar el año el S&P 500? Los expertos de Bankinter establecen un precio objetivo en la horquilla entre 2.345 y 2.042 puntos. Para Goldman Sachs, el objetivo del S&P 500 estaría en los 2.100 puntos, por debajo de los máximos históricos que marcó el 21 de mayo pasado en los 2.130 puntos. Dejaría esta tarea para años posteriores: el objetivo para 2017 estaría en los 2.200 puntos y para 2018, en los 2.300, lo que implicaría recorridos del 5 por ciento en los dos próximos ejercicios.
Aunque la situación en Estados Unidos no sea, en principio, preocupante, Lukas Daalder, director de inversiones de Robeco Investment Solutions, comenta que más que China, más que las tensiones geopolíticas en Oriente Medio, lo que habría de llevar a un replanteamiento en la asignación de activos sería cualquier decepción en los datos de Estados Unidos: «Sería muy extraño ver que la economía estadounidense se precipitase hacia una recesión. Pero las cosas no han mejorado como se pensaba, y estamos esperando a ver lo que sucede con la industria de servicios, porque sólo un cambio severo en ésta nos haría pensar que tenemos un problema serio». Rosa Duce, de Deutsche Bank, dice que está claro que el ciclo está en máximos y que a partir de ahora hay que esperar una desaceleración, pero no una recesión. Reconoce que el ciclo alcista en la economía americana está siendo largo, pero añade que también ha sido raro, con crecimientos en general bajos, lo que puede justificar que su duración sea mayor.