Cómo financiar la cuesta de enero

Escoger un producto u otro sin hacer un análisis de gastos y comisiones puede hacer que al final el cliente se lleve un susto terrorífico en su cuenta corriente.

La temida cuesta de enero puede complicarse aún más si elegimos una financiación equivocada. Las compras navideñas unidas a las rebajas suponen un gasto extra al que muchas familias no pueden afrontar sólo con su renta disponible. Es cuando buscan fórmulas para mitigar el impacto, como pagos a plazos o créditos personales, pero dependiendo de la opción que se elija, la deuda final puede suponer una losa aún mayor que el gasto.

Estefanía González, portavoz de finanzas personales de Kelisto, recomienda siempre elegir plazos de amortización cortos especialmente si se trata de importes pequeños por dos razones: «La primera, porque hará que se pague menos intereses y, segundo, porque es más difícil encontrar ofertas atractivas a más de tres o seis meses».

Maica López, responsable de comunicación y de contenidos de CrediMarket, reitera que la «cuesta de enero suele ser una necesidad muy puntual de financiación y es probable que se precise el dinero de forma relativamente urgente». Pero González advierte que en estos procesos de financiación, el usuario debe tener en cuenta que «una oferta sin intereses» no implica que sea a coste cero. «Estas ofertas suelen ir acompañadas de un TIN al cero por ciento, pero que conllevan detrás gastos muy elevados», advierte. Lo esencial, para que una oferta sea atractiva, debe ser lo más económica posible. Mientras que Javier Mezcua, experto de HelpMyCash, alerta que el gran problema de estas operaciones es que «podamos acabar en una espiral de deudas de la que será difícil salir». Y es que otro problema al que se enfrenta el consumidor que financia las compras en las rebajas es que los intereses se pueden 'comer' el descuento de lo que compra. 

Las mejores opciones

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El anticipo de nómina sigue siendo la opción más barata para financiar los gastos extra. Este tipo de ofertas funcionan como préstamos preconcedidos y, si el perfil del cliente es bueno, la entidad bancaria permite pedir entre una o dos nóminas anticipadas con unas condiciones más favorables de las que tendríamos con un préstamo personal tradicional, explica González. Aunque López señala que los anticipos de nómina no tienen intereses, pero sí comisiones de apertura que pueden llevar al 3 por ciento.

Pero los bancos también conceden a clientes vinculados y que tienen buen perfil préstamos preconcedidos con intereses que pueden ir entre el 8 por ciento y el 15 por ciento TIN y con alguna comisión de apertura. El préstamo rápido tiene la ventaja que es de concesión casi inmediata y lo comercializan las financieras. Los intereses varían en función del perfil del cliente, la finalidad del dinero y sus ingresos. 

Otra opción parecida son los mini préstamos, que también se caracterizan por la rapidez, ya que de salir aprobada la operación se tiene el dinero casi al instante. Estos productos se caracterizan por sus bajos importes, no más de 1.000 euros, y a devolver en plazos muy cortos, menos de tres meses y, aunque no tienen intereses, sí vienen acompañados de honorarios muy altos.

Por último, destacan las tarjetas de crédito, que suelen ser las opciones más habituales y son la alternativa ideal si no se quiere solicitar un préstamo. Sin embargo, aplican unos intereses muy altos, llegando en algunos casos hasta el 25 por ciento.

Peligros

Los peligros de estas fórmulas está relacionada con los gastos que conlleva. Elegir una con más comisiones o con tipos más altos implicará que el coste final de la operación se encarezca por encima de lo previsto. González señala que, normalmente, «los anticipos de nómina suelen ser la mejor opción ya que podríamos tener el dinero con unas condiciones mucho más favorables que un préstamo personal tradicional». En el otro extremo estarían los créditos rápidos por dos razones de peso. «La primera es que cobran intereses elevados y, la segunda, porque los intereses de demora que hay que abonar si se retrasa en el pago también son muy elevados», advierte González. En cambio, López opina que no existe un producto perfecto «sino que la idoneidad dependerá del perfil y necesidades del solicitante» Aún así, los anticipos de nómina, continúa la experta, podrían ser la mejor opción puesto que no tienen intereses, «no obstante no siempre cubre la necesidad económica», señala. En cuanto a las tarjetas de crédito, permiten muchas opciones como un solo pago, a final de mes sin intereses o bien fraccionando los pagos, pero «es precisamente en esta última opción donde hay que tener cuidado porque sí que se aplican comisiones y pueden ser muy elevadas: hasta el 20 por ciento cuando en préstamos al consumo pueden rondar entre el 7 y el 8 por ciento», asevera.

Como último consejo, Mezcua da una serie de pautas antes de decantarse por cualquiera de las opciones como «comprar todas las ofertas de financiación que tenemos a nuestro alcance para escoger la más barata. Es importante fijarse en el tipo de interés que cobran y en las comisiones y, además, debemos valorar el nivel de endeudamiento y qué cuota podemos asumir».

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