Rivera nunca permitirá que sus 40 escaños hagan presidente a Rajoy
Albert Rivera usó hoy su primera intervención en el Congreso como líder de Ciudadanos para defender la validez del pacto[…]
Albert Rivera usó hoy su primera intervención en el Congreso como líder de Ciudadanos para defender la validez del pacto de legislatura que ha cerrado con el PSOE -para convertir a Pedro Sánchez en presidente a cambio de un paquete de 200 reformas- y para dejar claro al PP que nunca permitirá con sus 40 escaños que Mariano Rajoy sea el nuevo jefe del Ejecutivo.
Cree que la inoperancia de Rajoy frente a la corrupción que asola el PP y su incapacidad para liderar este nuevo tiempo de cambio, pactos y reformas -como demostró cuando dijo no al Rey y cuando rechazó la oferta de diálogo que le hizo la semana pasada Ciudadanos- lo han quemado definitivamente.
Rivera dio el paso con el que amaga desde hace días, avisó al PP que no esperen llegar a pacto alguno con ellos mientras Rajoy sea su líder y les recomendó que, por su bien, si no quieren quedarse aislados, le animen ya a marcharse, porque «no es tiempo de pereza, ni de decir no al Rey, sino de hombres de acción». «Invito a los votantes y dirigentes del PP que tengan coraje y valentía, que tienen mucha gente preparada y con ganas de sumarse a la nueva etapa», aseguró. «Les pido -añadió- que sean valientes para limpiar (la corrupción) y cortar por lo sano». Su andalanda provocó la respuesta airada de Rajoy, que se ausentó del hemiciclo y no escuchó la segunda intervención de Rivera, y algunos gritos de «traición» desde la bancada de los populares.
«Bajar a la arena»
Rivera, que es consciente de que pese a sus esfuerzos la investidura de Sánchez fracasará casi con toda seguridad esta semana, sigue pensando, dada su incompatibilidad con Podemos, que la única forma de que antes del 3 de mayo haya Gobierno y se eviten las elecciones es que su partido, el PSOE y el PP intenten algún tipo de entendimiento para impulsar un programa y un Ejecutivo a tres. Si el PP retirase a Rajoy, dio a entender, él dejaría todas las puertas abiertas para facilitarlo. Desde la lealtad al acuerdo con el PSOE, está dispuesto a introducir cambios para incorporar a los populares y, al menos por él, también se podría debatir quién y de qué sigla es la persona que preside ese gabinete.
Pero eso es el futuro. Hoy dejo claro que si el viernes no hay Gobierno será solo por «la pinza» que PP y Podemos han puesto en marcha para hacerlo imposible por simples intereses electorales y por una pelea de «sillones», no por un problema de contenidos. Rivera repitió que si los líderes de la transición hubiesen actuado con el egoísmo que hoy demuestran Iglesias y Rajoy «nunca habría habido Constitución ni democracia», al tiempo que reivindicó por contra su esfuerzo y el del PSOE por «bajar a la area», ceder y cerrar un «programa de cambio».
Rivera, tras defender la unidad de España en catalán, hizo un último intento y reclamó a Podemos y PP que, ya que no se suman, al menos no bloqueen el Ejecutivo y permitan la investidura con su abstención.