Un histórico cierre de cortos en el crudo anticipa el fin del rally alcista
El origen del rally alcista ha tenido que ver con un monumental cierre de cortos, más que por las nuevas posiciones largas abiertas. Esto realmente pone en duda la magnitud y la sostenibilidad del rally.
Desde los mínimos que alcanzó a finales de enero en los 27,88 dólares, el petróleo Brent lleva un rally alcista algo superior al 40%, y en similares porcentajes se mueve el crudo West Texas. Pero la recuperación de los precios parece haberse estancado. El principal catalizador han sido las esperanzas de que el acuerdo para congelar la producción a los niveles de enero surta efecto y derive en una posterior rebaja de la misma, pero todo está cogido con alfileres, y en cualquier caso dependerá de la reunión que mantengan en abril los países productores.
Algo de posible decepción se huelen los participantes en el mercado del crudo, grandes fondos e inversores profesionales en su inmensa mayoría. Y es que según muestran los datos del Commodity Futures Trading Comission, el origen del rally alcista ha tenido que ver con un monumental cierre de cortos, más que por las nuevas posiciones largas abiertas.
De hecho, la liquidación de posiciones cortas durante las últimas siete semanas ha alcanzado ha alcanzado el récord más grande de la historia (hay 131.617 contratos cortos menos en el West Texas en comparación con los que había el pasado 2 de febrero), mientras que las largas apenas si han variado. Para cerrar una posición corta, los traders compras futuros y opciones, lo que ejerce mayor presión alcista sobre los precios.
"El rally ha venido de cortos asustándose y deshaciendo sus posiciones y no se está viendo una gran cantidad de dinero entrando por el lado largo", explica a Bloomberg John Kilduff, gestor de la firma Again Capial. "Esto realmente pone en duda la magnitud y la sostenibilidad del rally", avisa este experto.
La cuestión es que han llovido durantes los últimos días las noticias alcistas, un caldo propicio para ahuyentar aún más a los inversores del lado corto. El principal resorte ha sido la reunión que de abril en Qatar a la que habrían confirmado su asistencia al menos quince países, con el compromiso de abordar la congelación de la producción a niveles del pasado mes de enero. El problema, sin embargo, es que las reservas estadounidenses permanecen en niveles muy altos, a lo que hay que sumar el hecho de que incluso con una congelación de la producción, el crudo bombeado por países como Arabia Saudí o Rusia todavía estaría en niveles históricamente muy elevados.
"Incluso una congelación resultará en un récord de producción, y los países que no participan -Irán y Libia- tendrán un mayor número de barriles que colocar en el mercado", asegura Kilduff.
El rebote del West Texas ya empezó a perder intensidad el pasado 22 de marzo, cuando tocó máximos de 41,45 dólares por barril. Desde ahí descendió alrededor del 4% coincidiendo con un muy buen dato de reservas, al situarse los inventarios en máximos nunca vistos desde 1930. La debilidad del dólar es otro factor que ha deprimido los precios del petróleo, lo que ha tenido su origen en las expectativas de que la FED retrase el ritmo de subidas de tipos de interés.