Bajar el IRPF y reducir el déficit: ¿Misión imposible?
El PP ha animado una tediosa precampaña electoral con su propuesta 'estrella' de rebajar dos puntos todos los tramos del IRPF y cumplir, a la vez, el objetivo de déficit exigido por la UE. Los expertos aseguran que esta misión es «casi imposible», ya que España tendría que crecer cerca del 8 por ciento para lograrlo.
Ya lo adelantó Benjamin Franklin: «En este mundo no hay nada cierto, excepto la muerte y los impuestos». Y cuando se acercan las elecciones, los partidos políticos ven en ellos una manera de atraer votos con la promesa de reducirlos.
En esta precampaña electoral, el Partido Popular ha sido el más 'osado' al anunciar rebajas fiscales y comprometerse a bajar dos puntos todos los tramos del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) si gana las elecciones. El tipo mínimo (hasta 12.450 euros anuales de ingresos) pasaría del 19 al 17 por ciento, mientras que el máximo (más de 60.000 euros) lo haría del 45 al 43 por ciento. Por su parte, los representantes de Ciudadanos, que en un principio afirmaron que ni bajarían ni subirían los impuestos, han cambiado de opinión y el pasado martes anunciaron que bajarían el IRPF en 2018, que quedaría en cuatro tramos, entre el 18 y el 43,5 por ciento. Mientras que el PSOE considera «imposible» una bajada generalizada de impuestos y Unidos Podemos anunció subidas del IRPF a las rentas mayores de 60.000 euros.
La propuesta del PP es la que más revuelo ha causado. La basan en que si ganan las elecciones España seguirá creciendo, lo que permitirá aumentar la recaudación y bajar la tasa de paro y todo ello posibilitaría mitigar la presión fiscal. Pero lo que más controversia ha creado es que desde Génova aseguran que el descenso del IRPF es compatible con lograr el objetivo de déficit que exige a España la CE, cifrado en el 3,6 por ciento del PIB este año y en el 2,9 por ciento en 2017. Los detractores de la idea dicen que esta 'promesa' electoral se produce en el peor momento, cuando Bruselas estudia sancionar a España con más de 2.000 millones de euros por un desvío del déficit en 2015 cercano a los 10.000 millones.
Por ello, desde muchos sectores la consideran inviable y en Bruselas tampoco ha gustado. Círculos económicos señalan que una de las causas que impidió que España cumpliera el objetivo de déficit el pasado año fue la rebaja fiscal y temen que se vuelva a repetir el incumplimiento si se baja de nuevo el IRPF. Tampoco ayudan a apoyar esta bajada los datos de ingresos tributarios obtenidos en el primer cuatrimestre de 2016, que experimentaron un descenso del 3,6 por ciento.
Para José María Mollinedo, secretario general de Gestha, la bajada del IRPF a todos los contribuyentes costaría a las arcas públicas entre 2.150 y 4.300 millones de euros y «comprometería más el objetivo de déficit».
Cree que la propuesta del PP «es imposible de alcanzar», ya que «nuestra economía tendría que crecer entre un 7 y un 8 por ciento para recuperar la recaudación que se perdería si el PP rebaja el IRPF».
Los técnicos de Hacienda creen que la propuesta de Rajoy «peca de optimista» y recuerdan que el Gobierno estima en 5.902 millones la pérdida recaudatoria en 2015 por la reforma del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades y que, a pesar de la recuperación de la economía en 2015 (el 3,2 por ciento del PIB), las arcas públicas ingresaron en términos de caja solo 7.021 millones más que en 2014, y la recaudación total de 2015 es aún 18.667 millones menor que en 2007.
También desde el Consejo General de Economistas consideran que el propósito del PP de bajar el IRPF y el déficit es «muy difícil de alcanzar». Así lo asegura Luis del Amo, secretario técnico del Reaf-Regaf: «Conseguir este objetivo depende de lo que se haga con el resto de impuestos y del crecimiento. Si se produce un crecimiento económico, si se crea empleo, si los salarios no bajan quizá sería posible, pero tienen que darse todos estos condicionantes, lo que es muy difícil de cuadrar. Con las perspectivas de crecimiento que hay ahora no me parece factible lograr ese objetivo».
Ante la certeza de los responsables de Hacienda de que bajando el IRPF se creará más empleo y aumentará el crecimiento del país, Del Amo señala que esto puede tener «un efecto expansivo pero no tanto para que la recaudación aumente, por ello creo que el PP se ha marcado un objetivo muy ambicioso».
Por su parte, José Luis Carreras, responsable del Gabinete de Estudios de la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Técnicos Tributarios y Asesores Fiscales (FETTAF), dice que «posiblemente, en una época no electoral, y con la vigilancia permanente de Bruselas, las decisiones del Gobierno español irían encaminadas a contener el gasto. Esto llevaría a no perder capacidad de recaudación o a planificar y aplicar nuevos recortes, o las dos cosas a la vez».
A su juicio, la propuesta del PP se hace con la esperanza de que esa rebaja en la recaudación se vea compensada con un crecimiento del consumo, recuperando así la recaudación por la vía de los impuestos indirectos. Pero «con todo lo que el ciudadano ha sufrido en los últimos años: ajustes en los presupuestos familiares y públicos, reducción de la capacidad económica, vaivenes fiscales... pensar que se va a lanzar a gastar el excedente puesto en sus manos no parece muy real».
Carreras cree que las familias necesitan recuperar un nivel de estabilidad y eso lo conseguirán disminuyendo su endeudamiento y aumentando su ahorro, por ello, «de este comportamiento no se deduce un aumento de la recaudación tributaria y sí una retirada de liquidez destinada al gasto, por lo que el impacto que se espera con esta medida será menor del deseado».
José María Mollinedo reconoce que «no sabemos el motivo por el que el PP ha avanzado esa propuesta electoral, si es algo que quieren cumplir o que luego no cumplirán, pero puede hacer pensar a muchos ciudadanos que sea una medida electoralista».
PP y C's proponen bajar el IRPF y PSOE y Unidos Podemos subir impuestos a las rentas altas
Partido Popular: Propone rebajar dos puntos todos los tramos del IRPF. El tipo mínimo (hasta 12.450 euros anuales de ingresos) pasaría del 19 al 17 por ciento, y el máximo (más de 60.000 euros) lo haría del 45 al 43 por ciento. También se ha comprometido a mejorar los mínimos personales y familiares exentos.
Partido Socialista: Considera «imposible» bajar los impuestos sin dañar el estado de bienestar y presenta como novedad el 'recargo fiscal', un impuesto dirigido a las rentas más altas para garantizar el sistema de pensiones.
Ciudadanos: Aunque dijeron que no bajarían los impuestos, ahora proponen reducir el IRPF en 2018 y dejarlo en cuatro tramos, entre el 18 y el 43,5 por ciento.
Unidos Podemos: Plantea una reforma tributaria en la que subirá el IRPF a las rentas superiores a los 60.000 euros.