Sabadell asesta el primer golpe con apoyo masivo en la guerra de desgaste con BBVA

La venta de TSB y el dividendo extraordinario refuerzan la estrategia del Sabadell de mantenerse independiente, mientras crecen las dudas sobre la opa de BBVA.

Banco Sabadell asestó el primer golpe en la batalla final de la opa hostil presentada por BBVA tras garantizarse el apoyo masivo de sus accionistas a la venta de TSB y al dividendo asociado a la misma, lo que deja algo más cerca el triunfo de la entidad catalana.

Con un 99,6% de votos favorables en la junta general extraordinaria celebrada en Sabadell, los accionistas respaldaron la venta de la filial británica, porcentaje que aumentó una décima, hasta el 99,7% en el caso del visto bueno al dividendo.

El quorum alcanzado, del 74,8% del capital social, fue el más elevado desde 2004, lo que refuerza la legitimidad del mandato recibido por el consejo. A cambio de TSB, Sabadell obtendrá unos 3.098 millones de euros), aunque la cifra se ajustará al alza hasta los 3.361 millones de euros si el cierre se produce en marzo de 2026, como estima la entidad.

Ahora, todo se decidirá en septiembre, cuando se abra el periodo de aceptación de una de las opas más largas en la historia reciente de la bolsa española, aunque este resultado, a priori, refuerza la posición de Banco Sabadell en su empeño de seguir en solitario.

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División entre los expertos en la recta final de la opa a Banco Sabadell

La primera reacción a la votación se vio en el IBEX 35, pues el visto bueno en las dos juntas dejo a Banco Sabadell con alzas de casi el 1%, en los primeros puestos del selectivo, una señal de que “era el escenario preferido por el mercado”, dijo a finanzas.com el analista de mercados Adrián Hostaled.

Es cierto que el resultado de este miércoles invita a pensar que Sabadell podría repetir el respaldo masivo en la votación de septiembre, pero los expertos consultados se muestran divididos y aportan argumentos en uno u otro sentido.

“Los inversores venían descontando esta operación como necesaria”, explicó a finanzas.com Sergio Ávila, analista de IG. “Desde hace años se entendía que TSB suponía un lastre por costes regulatorios y tecnológicos. La venta libera capital y refuerza su foco local. Es un movimiento lógico, aunque doloroso, para reorientar la estrategia”, apunta.

Además, Ávila señala que este respaldo puede extrapolarse a la opa: “La decisión refuerza la narrativa de que el banco no necesita una fusión para generar valor. El mensaje implícito es claro: podemos crecer por nuestra cuenta y vender cuando queramos, no cuando otros lo dicten”.

Por el contrario, Hostaled piensa que el resultado de las dos juntas “no es extrapolable a la resolución de la opa”, porque este proceso se enmarca dentro de “una guerra de desgaste” y carece de “la claridad que tenía la venta de TSB”, una operación barajada por el mercado mucho antes de que BBVA presentara su oferta.

La última bala de BBVA

Precisamente, la última bala que le quedaría a BBVA en esta guerra de trincheras pasa por subir la oferta presentada en abril del año pasado, una alternativa que el mercado ve clara, no así el banco vasco, que insiste en “pasar página” si no se diera la operación, como declaró en la presentación de los resultados el consejero delegado, Onur Genç.

“El mercado espera que sí lo haga, porque BBVA cuenta con unas reservas de capital que han aumentado una vez finalizado el segundo trimestre del año”, recalcó Hostaled.

También cabe otro giro más radical. En concreto, “hay rumores de que el BBVA podría retirar la oferta sin previo aviso, ya que a nivel interno siguen consensuando cómo hacer frente a las severas restricciones impuestas por el gobierno en términos de sucursales abiertas y personal en nómina durante los próximos 3 años”, recordó Hostaled.

Esta imposibilidad de acometer la fusión de manera inmediata “limita el margen de beneficios” (posteriormente dividendos para el accionista) que esperaba BBVA de ambas entidades tras la fusión, añadió este experto.

El dividendo extraordinario, otro incentivo

En la segunda de las juntas, los accionistas de Banco Sabadell aprobaron el reparto de un dividendo extraordinario de 0,5 euros por acción y un total de 2.500 millones de euros, que los accionistas recibirán previsiblemente en abril de 2026.

Esto quiere decir que quien no sea accionista en esa fecha por haber aceptado antes la oferta de BBVA, no tendrá derecho a este dividendo, informa Economía Digital.

Varios accionistas aprovecharon el turno de palabra en la junta para felicitar al consejo por su estrategia y señalar que los dividendos anunciados superan a los de la opa. Otros pidieron claridad sobre qué aparecerá en el folleto que BBVA deberá presentar en septiembre.

En este sentido, González-Bueno insistió en que ese folleto “debe ser muy claro” y mostrar si los accionistas recibirán el 25% del valor del banco en dividendos y recompras, y si ese porcentaje llegará al 40% hasta 2027. “De momento esa información no existe, y por tanto no es comparable”, afirmó.

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