La tendencia al alza se mantendrá hasta que Merkel destape la caja de Pandora
La sesión de ayer fue la digestión de la barra libre de liquidez lanzada
por los bancos centrales para evitar el conato de parálisis global al
que está llevando la crisis europea. Recortes tímidos sin superar los
niveles claves de resistencia a la espera de que se puedan conocer
decisiones efectivas tras el ultimátum, prácticamente autoimpuesto, al
que se ha llegado y que culmina en la reunión del día nueve. El fin de la eurozona y del euro está en juego. Así de grandilocuente lo
encontramos en los medios. Esperemos que el dramatismo no sea tal. Si se
impone el sentido común y se reducen los intereses particulares que
siguen sobre la mesa las soluciones han de aparecer. Si pasa por una
refundación de Europa, es preocupante el tiempo que pueda llevar y que
es lo que han dejado escapar durante los dos últimos años los dirigentes
que ahora la proponen. Parece que si todo es forzado por "los
mercados", nuevamente se dilapidaran las responsabilidades y siempre
acaban pues ganando los mismos. Son tiempos de reflexiones sí, pero
también de actuaciones.