Whatsapp, un agujero negro de 'fake news'

Numerosas noticias falsas circulan por esta red social en la que muchos españoles confían para informarse. El principal problema es que, debido a su naturaleza, es muy difícil de controlar. Y, más grave aún: podría afectar al resultado electoral.

Con 25 millones de usuarios en España, Whatsapp se ha convertido en un canal prioritario de difusión de propaganda política durante esta campaña electoral. La aplicación de mensajería instantánea es ya la tercera fuente de noticias más grande del mundo -por detrás de Facebook y YouTube, según datos de Reuters- y los partidos políticos lo saben. Por eso, utilizan el canal para enviar mensajes a sus seguidores. El problema es que no todo lo que llega a través de esta herramienta proviene de fuentes fiables. «Holaaaa. Comentarte q el PSOE ha quitado de Hacienda la cruz a la Iglesia y q va a salir sin marcar por defecto. Así que no os olvidéis de marcarlo. Diselo a todo el mundo para que lo sepan!!! Lo han dicho en las noticias de Antena 3!!!». Éste es uno de los múltiples mensajes con contenido manipulado que circulan estos días por la red social y que, a todas luces, contiene una información falsa. En este caso, llegó a un miembro de la redacción y, por eso, pudimos comprobar que su contenido era un bulo pero el problema de la mayor parte de las 'fake news' que se mueven a través de esta aplicación es que, al ser privada, escapan a cualquier control. «Hay mensajes preocupantes que circulan por Whatsapp. Pero, al ser grupos cerrados, es muy difícil de monitorizar. Ése es el problema. Nadie puede verificar, contrastar y, sobre todo, desmentir esos mensajes. Pueden estar diciendo una mentira sobre ti y no la puedes desmentir porque ni siquiera te has enterado», explica David Varona, profesor de Comunicación de la Universidad Loyola Andalucía. «En Whatsapp circula más desinformación que en otras redes por la propia naturaleza de Whatsapp. No es lo mismo difundir algo falso en Twitter, donde puede venir alguien a desmentirlo, que en Whatsapp donde nadie lee nuestras conversaciones», explica Clara Jiménez, periodista fundadora de la web especializada en detectar noticias falsas Maldito Bulo.

Para hacer frente a este problema, Whatsapp está ensayando en India nuevas herramientas para comprobar la veracidad de las informaciones. Asimismo, la compañía propiedad de Facebook anunció a finales del año pasado que limita a cinco el número de grupos a los que se puede reenviar cualquier mensaje. Pero el intento ha sido, a juzgar por lo que está pasando en esta precampaña electoral, insuficiente. «Es uno de los caballos de batalla de estas elecciones. Hay mucha 'fake news', mucha mentira y mucha manipulación», asevera Varona.

¿Repercusión en los comicios?

La gran pregunta que se abre llegado este punto es si la manipulación informativa a través de este canal puede llegar a ser decisiva en el resultado de las elecciones generales previstas para el próximo 28 de abril.

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Sobre esto, los expertos explican que es muy complicado medir el impacto de estas acciones y concluir que puedan marcar el voto en uno u otro sentido. Aun así, creen que es una posibilidad. «En un contexto muy disputado o con un alto número de indecisos, la incidencia de la propaganda electoral puede determinar finalmente los resultados. Por ello, mensajes que animen a votar a una formación o que busquen restar votos a otra pueden formar parte de la estrategia empleada. En este sentido, Whatsapp se presenta como un canal muy atractivo tanto por el volumen de usuarios activos como por esa proximidad que genera un servicio de mensajería instantánea que permite mantener conversaciones privadas a través del móvil», afirma Silvia Martínez, directora del máster de 'social media' de la UOC.

Varona opina algo parecido: «Es muy difícil de valorar la repercusión electoral de las 'fake news' que circulan por Whatsapp. Pero pueden tener una importancia alta en lugares pequeños, en los que unos pocos votos hacen que baile un escaño y cambie la mayoría de la provincia».

Para mayor gravedad, se da la circunstancia de que va a ser prácticamente imposible controlar la difusión de mensajes por este canal durante la jornada de reflexión e, incluso, el mismo día de la votación, según explica Martínez. 

Pero, ¿quién puede querer manipular la voluntad de los electores? «Los intereses detrás de la desinformación pueden ser variados. Incluso pueden encontrarse fuera de nuestras fronteras, ya que condicionar los resultados puede beneficiar a muy distintos sujetos no sólo a los propios partidos. Pero detectar su origen es complicado. Hay soluciones tecnológicas que favorecen crear números de teléfono temporales y falsos que pueden servir para introducir esa desinformación», avisa Martínez.

Entonces, ¿cómo se puede frenar este fenómeno? Martínez explica que es preciso alfabetizar a los usuarios para dotarles de «las habilidades necesarias para poder detectar una noticia falsa» y «concienciarles de su responsabilidad en la difusión de esos contenidos». Porque ésa es otra de las características que han multiplicado la potencia de Whatsapp como canal propagandístico: la facilidad con la que los usuarios reenvían mensajes sin verificar su veracidad. «En Whatsapp, lo más habitual es que las noticias se difundan sin leerse. Te llega un titular que confirma lo que tú ya piensas, que apela a tus creencias y, casi sin leer la noticia, ya la has reenviado a un montón de gente», explica Varona. Y es que los contenidos que provienen de amigos o conocidos suelen generar mayor confianza, según explica Jiménez. Máxime, si incluyen frases para dar apariencia de veracidad como en el ejemplo del mensaje sobre la declaración de la renta: «Lo han dicho en las noticias». Asimismo, estas comunicaciones suelen incluir llamadas a la acción del estilo «pásalo, reenvíalo, haz que esto circule porque no puede ser...», que resultan muy efectivas. 

Así que ya saben. Permanezcan vigilantes y verifiquen que la información es fiable antes de darle al botón de reenviar de Whatsapp.

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