Una cartera 'contrarian' para comprar cuando todos venden

Los inversores a quienes no les gusta seguir la corriente o tienen una visión poco convencional de las cosas, pueden[…]

Los inversores a quienes no les gusta seguir la corriente o tienen una visión poco convencional de las cosas, pueden obtener resultados muy positivos o negativos según como logren canalizar esta tendencia. Los que piensan que hay que comprar cuando todo el mundo vende, o vender cuando todos compran, dan por hecho que la mayoría de inversores suelen equivocarse, y que, por lo tanto, es mejor hacer lo contrario de lo que hace la mayoría. 

El estilo de inversión "a contracorriente" lo analiza Carlos Torres Blánquez en su libro 'Invertir low cost' (Editorial Empresa activa), en la que ofrece una serie de pautas para construir distintos modelos de cartera según diferentes estilos inversores. En concreto, a quienes van en sentido contrario al consenso de mercado ('contrarians'), les propone una estrategia de selección de valores que consiste en elegir las cinco empresas no financieras del Ibex 35 (sin la aseguradora Mapfre ni bancos) que al final de cada trimestre tengan una menor relación precio-beneficio (PER). 

El PER es el cociente entre el precio al cierre del trimestre y el beneficio por acción. El beneficio por acción es el beneficio neto atribuido a la sociedad dominante dividido por el número de acciones del capital social. El benefico neto puede incluir resultados no recurrentes. La cartera 'contrarian' siempre se ha basado en el beneficio neto global, o sea con extraordinarios incluidos, y desde 2006 no se han hecho excepciones en este sentido. La existencia de extraordinarios es tan frecuente que obviarlos obligaría a hacer excepciones continuamente.

La relación PER "nos da una idea de si la acción está cara o barata", dice Torres. Y es que, a diferencia de los bienes, el precio de una acción por sí solo no nos dice nada. Una acción de 120 euros puede estar barata y otra de 30 euros cara. El precio de un título es relativo, y esa relatividad es la que ofrece el PER. Si las acciones de 120 euros tienen un beneficio por acción de 12 euros, su PER será diez veces. Si las acciones de 30 euros tienen un beneficio por acción de 1,5 euros, su PER será de 20 veces, con lo que las que valen 30 euros son el doble de caras. 

Para poner en marcha esta estrategia, Torres ha ordenado las empresas del Ibex de menor a mayor PER al final de cada trimestre, dividiéndolas en cinco grupos y calculando la rentabilidad media de cada grupo. La cartera 'contrarian' la componen los cinco valores con menor PER, es decir, los más baratos e infravalorados. Para el periodo actual, y aplicando todos estos cálculos, la cartera 'contrarian' de Torres está formada por IAG, Merlin, Colonial, Repsol y Acciona. 

Cada 100 euros invertidos el 31 de marzo de 2006 siguiendo esta estrategia se habrían convertido en 238 euros el 31 de marzo de 2016 mientras que si se hubieran invertido en una cartera con la misma composición y ponderaciones del IBEX 35 se habrían transformado en 121 euros, y en una cartera con todas las empresas del IBEX a partes iguales, en 139 euros, con dividendos incluidos pero sin tener en cuenta impuestos. La rentabilidad media en el período de diez años transcurrido entre el 31 de marzo de 2006 y el 31 de marzo de 2016 fue del 9,07% anual frente a una rentabilidad del 1,93% anual para el IBEX 35 con dividendos y del 3,32% anual para la media de las empresas. Esto supone una ventaja a favor de la estrategia de algo menos del 6% anual.

Fuente: Invesgrama.com

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