Salidas a bolsa: el año en que todo se volvió en contra

La incertidumbre sobre la economía y la gran facilidad de acceso al crédito como consecuencia de los bajos tipos de[…]

La incertidumbre sobre la economía y la gran facilidad de acceso al crédito como consecuencia de los bajos tipos de interés del BCE han provocado una sequía en las salidas a bolsa en España este año, una situación a la que también ha contribuido la falta de Gobierno,

Los expertos apuntan que el panorama macroeconómico mundial ha frenado en gran medida los estrenos de las compañías en la renta variable, una tendencia que se ha extendido por toda Europa en 2019.

"Si el inversor no está seguro de cómo va a evolucionar el ciclo económico y, por tanto, cómo van a evolucionar los resultados empresariales a futuro (...) va a exigir una mayor rentabilidad esperada de esa inversión, lo cual significa un precio más bajo", algo que no cumple con las expectativas de las compañías que se plantean comenzar a cotizar, señala Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4.

A esto se suma la política monetaria implantada por el Banco Central Europeo (BCE) para combatir la desaceleración de la economía de la eurozona, manteniendo los tipos de interés a niveles muy bajos y retomando su programa de compras de deuda pública y bonos corporativos.

"La política del BCE de inundar a la Unión Europea con liquidez y acceso a financiación muy barata ha sido uno de los grandes justificantes de la ausencia de salidas a bolsa", explica Victoria Torre, analista de Self Bank. "Si encuentras la financiación que necesitas por otros medios más baratos como la deuda, no ayuda a que las empresas decidan saltar al parqué", agrega.

Asimismo, la liquidez que existe en el mercado también anima a invertir a los fondos de capital riesgo, indica Torre. "Muchas empresas han preferido vender sus empresas a estos fondos en vez de buscar la salida a bolsa ante el mayor precio ofertado por estos", argumenta.

Ambas analistas también apuntan que la falta de Gobierno en España tampoco ha ayudado, puesto que los inversores siempre prefieren que haya estabilidad política para garantizar la seguridad jurídica. El panorama internacional tampoco ayuda y está sembrado de riesgos geopolíticos, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China o el "brexit", lo que agrava aún más la situación.

Un único debut en España

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Tan solo una compañía, Grenergy Renovables, se ha estrenado en el mercado continuo español este año, frente a las cinco que lo hicieron en 2018. La energética dio el salto al parqué madrileño este mismo mes desde el Mercado Alternativo Bursátil mediante un "listing", por lo que ningún accionista vendió títulos ni se realizaron nuevas suscripciones de acciones en la operación.

Su consejero delegado, David Ruiz de Andrés, explicó el día del debut bursátil que optó por esta modalidad porque la empresa no tenía nueva necesidad de tesorería por la gran rotación de activos que realiza y porque había lanzado previamente una emisión de 22 millones de euros en bonos verdes.

El resto de proyectos para salir a bolsa previstos para este año se han retrasado o directamente se han cancelado. "Hay mucha empresa que también ha desistido de la intención y se ha ido más a buscar ese escenario de fondo de capital riesgo que te inyecte la cantidad de dinero en la que tú estabas pensando con una salida a bolsa para seguir creciendo", destaca una fuente del mercado.

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Esta tendencia también ha prevalecido en el resto de Europa. En el curso actual, el número de salidas a bolsa ha descendido un 37 % frente al año anterior, según el balance anual sobre ofertas públicas de venta elaborado por la consultora Ernst & Young.

A nivel mundial, la bajada en 2019 respecto al año previo ha sido del 20 %, según la previsión recogida en el informe Cross-Border IPO del despacho de abogados Baker&McKenzie.

En España, la gestora de activos Arcano desistió el mes pasado de sacar a bolsa su sociedad de capital riesgo Balboa Ventures tras haber presentado el folleto para su estreno, como consecuencia del "estado actual de los mercados", según explicó en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Por su parte, Ibercaja contrató a finales del año pasado a asesores y colocadores para que prepararan su debut en el mercado, puesto que está obligado por la legislación actual a diversificar la base de capital antes 2020.

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Sin embargo, hasta ahora ha ido prorrogando la operación ante el desplome que han sufrido las acciones del sector bancario, especialmente en la primera mitad del año, y ante la intención del BCE de mantener los tipos de interés en los mínimos actuales, lo que castiga a las entidades financieras.

Una fuente cercana al banco señala que, pese a que se podría conseguir cumplir con la regulación mediante otras vías como una colocación privada, la entidad mantiene el firme interés de entrar en el mercado continuo el próximo año.

Expectativa de ligera mejora en 2020

Renta 4 considera que las salidas a bolsa deberían reanudarse en España el próximo año si comienzan a hacer efecto las medidas de relajación monetaria impuestas para revitalizar la economía en la eurozona.

"Los riesgos evidentemente no se eliminan, pero sí creemos que, si se van gestionando adecuadamente y se confirma que esa política monetaria más expansiva acaba actuando de forma positiva en el ciclo económico y lo estabiliza, sería razonable pensar que en 2020 habría más salidas a bolsa que en 2019", indica Aguirre.

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Sin embargo, para Torre, de Self Bank, el cambio no será relevante. "Es lógico pensar que con una política de tipos negativos en Europa y con una situación de inestabilidad económica, aunque se ha reducido en la última fase del año, la tendencia no cambiará de forma significativa", concluye.

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