Organismos internacionales y Estados abogan por regular las criptodivisas
Toda la novedad, volatilidad, capitalización, especulación, rentabilidad... pero sobre todo, falta de regulación, han encendido todas las alarmas de muchos estados y organismos internacionales. Entre otros aspectos, por la tendencia de organizaciones criminales y ciberdelincuentes a utilizar estas monedas para el blanqueo de capitales, chantajes, tráfico de armas, drogas, terrorismo, extorsiones o como sistema de pagos para actividades ilícitas en la denominada como 'internet profunda'.
El año 2017 estuvo marcado en el mundo bursátil por las criptomonedas, concretamente por el Bitcoin. Esta divisa logró que su cotización llegase a multiplicarse por 19 durante todo el año, logrando una capitalización del mercado de unos 220.000 millones de dólares. La alta volatilidad del Bitcoin y su crecimiento imparable hicieron saltar a la palestra a más criptomonedas que incrementaron, también de forma espectacular, su cotización. Etherum, Litecoin, IOTA o Ripple subieron su valor casi sin freno. Ripple, por ejemplo, aumentó un 280.000% en un año, gracias al Bitcoin, con valor de unos 2 millones de dólares.
Pero toda la novedad, volatilidad, capitalización, especulación, rentabilidad... pero sobre todo, falta de regulación, han encendido todas las alarmas de muchos estados y organismos internacionales. Entre otros aspectos, por la tendencia de organizaciones criminales y ciberdelincuentes a utilizar estas monedas para el blanqueo de capitales, chantajes, extorsiones o como sistema de pagos para actividades ilícitas en la denominada como 'internet profunda'.
Uno de los primeros organismos internacionales en hacer saltar la señal de alarma fue la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA por sus siglas en inglés), correspondería a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España. El pasado mes de noviembre publico dos informes donde avisaba del peligro de invertir en criptodivisas, tokens e ICOs. Resaltando la peligrosidad de perder lo invertido, la posibilidad de fracaso del producto y la falta de seguridad jurídica para el inversor al no estar regulado.
La CNMV que participó en la realización de dichos informes, publicó hace unos días una advertencia sobre el alto riesgo de invertir en criptomonedas e ICOs. Varias fuentes del supervisor informaron a Europa Press que están "analizando a fondo este tipo de procedimientos" y afirmaron que muchas ICOs "deben quedar sujetas a las reglas aplicables a la oferta y distribución de valores convencionales" además de aplicarse las reglas de Mifid II en lo relativo a la protección del inversor. El análisis que está realizando el organismo público se refiere a "algunos proyectos concretos de ICOs y está teniendo en cuenta otros análisis de instancias internacionales y supervisores de otros países".
Y es que otros gobiernos europeos también han mostrado su temor a que las divisas digitales sean utilizadas para usos fraudulentos y por personas u organizaciones como traficantes de drogas o terroristas. En este sentido, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Marie, aseguró que planteó a sus homólogos del G-20 la puesta en marcha "de una regulación específica para el Bitcoin". A esta propuesta le acompañaría el gobierno de Italia, según informó Bloomberg citando a fuentes de Roma.
Desde organismos supranacionales, un miembro del consejo de gobernadores del Banco Central Europeo y gobernador del Banco Central de Austria, Ewald Nowotny, pidió el pasado miércoles una regulación, en la cual, "bastaría con aplicar la regla de base de todas las transacciones financieras: cada participante tiene que divulgar su identidad" esto rompería el Bitcoin, aseguró.
Al otro lado del Atlántico, La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC en inglés), alertó anteayer que todas las seguridades que tienen los inversores en Estados Unidos por sus regulaciones, "desaparecen al invertir en criptodivisas", ya que no siguen ninguna norma común. "Hacemos esfuerzos por perseguir las violaciones de derechos de los inversores", informaba el presidente de la SEC, Jay Clanton, en el comunicado. Pero declaraba que en caso de perder el dinero "hay un riesgo sustancial que los esfuerzos de los organismos no sirvan para recuperar la inversión". Janet Yellen, en la última reunión anual de la Fed, y antes de dejar el cargo, advirtió sobre la necesidad de regulación ante la "peligrosidad" del mercado.
En el mundo árabe también ha habido movimientos. En Egipto, una fetua ha prohibido el uso del bitcoin. Este edicto islámico, en principio no vinculante, prohíbe su posesión o compraventa. El muftí Shauqui Alam, máxima autoridad religiosa del país, considera al Bitcoin una herramienta "facilitadora de la financiación del terrorismo y el tráfico de armas y drogas por la facilidad para su supervisión". Pero, por el momento, el Bitcoin no está prohibido en Egipto y su Banco Central no tiene previsto regularlo. Pero ya ha habido arrestos a personas por su posesión. Sin embargo, en Irán se preparan para adoptar formalmente el bitcoin.
En el continente asiático, recordar que la plataforma surcoreana para operar en Bitcoin tuvo que suspender sus cotizaciones y acogerse a la protección por banca rota debido a un ataque cibernético. Comunicó que se perdieron hasta un 17% de los activos y, en principio, la plataforma aseguró que se podrían retirar hasta el 75% de los activos de los clientes gracias, según informaron, al seguro de la plataforma. Pero sigue pendiente de evolución. Y en China, según fuentes consultadas por Bloomberg, el Banco Popular Chino realiza un plan para evitar que los que explotan las criptomonedas (los mineros) afecten el suministro eléctrico del resto de la población. Y no descarta cortes eléctricos para atajar la situación. Además, el principal diario chino ha calificado al Bitcoin como burbuja.