Mercados: ¿tendremos este año rally de Santa Claus en las bolsas?

En el imaginario inversor hay varios mitos, a veces respaldados por la realidad y otras veces no tanto. Uno de[…]

En el imaginario inversor hay varios mitos, a veces respaldados por la realidad y otras veces no tanto. Uno de ellos consiste en creer que la Bolsa suele registrar un rally en la recta final del año, bien en su último mes, bien concentrado en los días finales, coincidiendo con las fiestas de Navidad. Tiene su fundamento considerarlo así, puesto que es durante los últimos coletazos del ejercicio cuando se realizan muchas aportaciones a planes de pensiones para reducir la factura fiscal y cuando los gestores de fondos construyen la cartera para el nuevo año. 

De los diez diciembres más recientes, la mayoría, seis, han sido alcistas, aunque en alguno el ascenso ha sido tan discreto que hablar de 'rally' es exagerado. Además, hay algún último mes para olvidar, como el de 2018, en que todos los índices bursátiles cayeron a plomo (aunque, a cambio, hubo carrerón alcista en Reyes). Y, en cuanto a las últimas semanas de diciembre (contando que las que aparecen en la tabla junto a estas líneas excluyen aquellas que terminaron en algún día de enero), no han sido especialmente boyantes.

¿Qué pasará en 2019?

¿Cómo se presenta la recta final de año? Hay dos «bandos» dentro de los analistas consultados: los pesimistas, que creen que no habrá una fuerte subida en lo que resta de ejercicio o que anticipan una consolidación del mercado, y los optimistas, que sí confían en un buen final de año. 

Entre los primeros, pero sin catastrofismos, se encuentra Harald Berres, de Ethenea, que afirma que en realidad los mercados ya se encuentran inmersos en el rally de fin de año. En concreto, desde que a partir de septiembre las Bolsas se recuperaron tras el elevado nivel de pesimismo que los inversores mostraron durante el verano. «Pero, como demasiado optimismo es perjudicial, es poco probable que veamos una continuación del mercado alcista a este ritmo. Por lo tanto, las posibilidades de un 'rally de Santa Claus' son mayores que las de un 'rally de final de año'. A finales de ejercicio las Bolsas necesitarán consolidación, de lo contrario se recalentarán y podríamos enfrentarnos a una corrección en enero de 2020». Las subidas, según este analista, se concentrarán más hacia el 24 que hacia el 31 de diciembre.

Juan José del Valle, de Rentamarkets, algo más pesimista, ve más probable que los mercados se tomen una pausa: «Técnicamente, estos días nos imponen bastante respeto los niveles alcanzados». Y, también, que algunos indicadores no sean capaces de rebasar cotas importantes, como los 9.500 puntos del Ibex-35; los 3.700 del Eurostoxx 50 o los 13.200-13.500 del Dax alemán. A estos factores técnicos añade otros argumentos, como el enfriamiento de las conversaciones comerciales entre China y Estados Unidos en el corto plazo, además de una volatilidad medida por el Vix cerca de mínimos. 

Eduardo Bolinches, analista colaborador de ActivTrades, en esta línea, afirma: «Hoy por hoy, tenemos a los mercados estadounidenses en máximos históricos bajo la promesa de un acuerdo comercial con China que no llega y este hecho puede desencadenar una desilusión en cualquier momento, máxime tras alcanzar cotas tan psicológicas como los 28.000 puntos en el Dow Jones».

Joaquín Robles, de XTB, recuerda que se espera que antes de fin de año se firme la Fase I del acuerdo, que representaría el 60% del global. Y añade como riesgo que los datos macro que se conozcan en las próximas semanas muestren un progresivo empeoramiento que despierte los temores de los inversores sobre una desaceleración más rápida de la prevista. 

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Desde el punto de vista técnico, Bolinches afirma, para el caso del Ibex-35, que mientras no rompa la resistencia entre los 9.380 y los 9.450 puntos, «no podremos soñar con ningún tipo de rally».

En este contexto, Del Valle se inclina, más que por incrementar exposición a la Bolsa, por plegar velas tras lo obtenido durante el año. 

Razones para el optimismo

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Otros expertos se muestran más positivos. Nuria Álvarez, de Renta 4, señala que, una vez que se han publicado los resultados empresariales y se han producido todas las revisiones a la baja de las perspectivas de crecimiento, ya no habría ningún otro factor que a priori pudiera producir descensos. Aunque tampoco cree que vaya a haber muchos motivos que justifiquen un tirón, más allá de los movimientos que puedan realizar los gestores de entrada en los sectores más castigados. Por ello, Álvarez considera razonable pensar que el índice acabe el año no muy lejos de los niveles actuales, a no ser que se observe un avance relevante en la resolución del conflicto comercial.

Matthieu Grouès, de Lazard Frères Gestión, se muestra más confiado en que diciembre será alcista. Y uno de sus argumentos es que, aunque las relaciones entre China y EE.UU. parecen haberse complicado por el conflicto de Hong Kong, al final a los dos países les interesa llegar a un acuerdo. Aitor Méndez, de IG, cree que si los mercados no se han puesto demasiado nerviosos con esta cuestión (el acuerdo comercial entre EE.UU. y China ya llega con retraso frente a lo previsto), es porque las Bolsas parecen contentas con el mero hecho de que EE.UU. y China sigan sentados en la mesa de negociación: «Pese a la ausencia total de avances en materia comercial, el mercado se ha instalado en una situación bastante optimista al respecto, por lo que si las negociaciones entre EE.UU. y China no vuelven a saltar por los aires y el impeachment de Trump no provoca un descarrilamiento de la política estadounidense, todo hace pensar que el mercado seguirá de celebración».

Pero el acuerdo comercial no es la única cuestión política que Grouès considera que puede servir de ayuda a las Bolsas: también cree que puede contribuir a la subida la victoria de Boris Johnson en las elecciones del Reino Unido con una mayoría que permita el Brexit pactado.

¿Cómo aprovechar el 'rally'?

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Si hay 'rally', Méndez confía en que Europa lo haga mejor que Wall Street, pero Robles muestra su escepticismo respecto a que el Ibex-35 recorte distancias con el resto del Viejo Continente, que lo ha hecho mejor.
En cuanto a los valores que pueden hacerlo mejor, Álvarez defiende que pueden rebotar bancos y acereras. Mientras, Grouès se inclinaría por empresas europeas cíclicas, value y de pequeña capitalización, aunque advierte, como Álvarez con sus apuestas, de que se trata de posiciones reservadas para inversores con un sesgo de baja aversión al riesgo y con un horizonte temporal de inversión más largo que fin de año.

Del Valle, más negativo con lo que puede pasar las próximas semanas, optaría por quedarse fuera del sector bancario y de empresas expuestas a América Latina. A cambio, optaría por sectores más defensivos o por compañías con una beta más baja que la media, como Iberdrola, Ferrovial o Cellnex, cuyos aspectos gráficos presentan «una clara y maravillosa línea de tendencia alcista».

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