Latinoamérica vence pero no convence

El buen comportamiento de los principales índices del continente ante la recuperación de las materias primas contrasta con las pérdidas anuales en las principales bolsas occidentales. Sin embargo, los expertos mantienen sus dudas

En un mundo en el que escasea la rentabilidad y las principales bolsas occidentales arrojan un balance negativo en lo que va de año, hay una región que destaca por el espectacular comportamiento de sus índices durante este 2016: Latinoamérica. Mientras el Euro Stoxx cede un 5 por ciento y el Ibex se deja un 4 por ciento, el Bovespa de Brasil o el Colcap de Colombia escalan un 12 por ciento. Un buen resultado que también se ha trasladado a los fondos de inversión, de manera que la renta variable de Brasil es la segunda categoría que más sube en lo que va de año, con una rentabilidad del 18 por ciento, sólo por detrás de los metales preciosos. Por su parte, la renta variable de Latinoamérica es la quinta categoría más alcista en lo que va de año, con un ascenso del 9 por ciento, según datos de Morningstar.

Varios son los motivos que explican este buen comportamiento, que ha pillado por sorpresa a los expertos, pues la mayoría recomendaba mantenerse alejado de esta zona geográfica en sus estrategias para 2016. El más evidente de ellos es la subida del precio de las materias primas, tanto minerales (el hierro se ha encarecido casi un 50 por ciento) como del petróleo (sube más de un 20 por ciento desde mínimos, después de que Rusia y la OPEP acordasen congelar la producción de crudo), según recuerda Klaus Bockstaller, gestor de Pictet.

«Las materias primas son muy importantes en esta región porque, en muchos de estos países, tres cuartas partes de los ingresos están asociados a la exportación de materias primas. Por eso, cualquier signo de estabilización en los mercados de materias primas va a ser positivo para la región», explica Alejandro Varela, gestor de Renta 4.

En ese sentido, es muy importante el papel de China, gran consumidor de materias primas y país que está en el candelero por su debilidad macroeconómica. Si bien, Peter Taylor, gestor de Aberdeen, explica que varios países latinoamericanos han comenzado a reducir su dependencia de las exportaciones al gigante asiático.

El segundo factor que ha favorecido el buen comportamiento de la región son las esperanzas de cambio político en varios países y, especialmente, en Brasil, donde el Partido de los Trabajadores de la presidenta Dilma Rousseff está cercado por los casos de corrupción. «Uno de los motores positivos para el mercado brasileño este año podría venir de la mano de un resultado exitoso en el proceso de investigación al ex presidente Lula, que podría traer un cambio real en el Gobierno y, como resultado, un cambio en la dirección de la política monetaria», razona Patricia Urbano, gestora de Edmond de Rothschild AM.

«La crisis política es tan grande que se ha empezado a descontar que va a haber un cambio; que el Gobierno actual no puede mantenerse y va a haber elecciones», coincide Antonio Hormigos, de Sabadell.

Asimismo, el rebote también tiene un componente técnico, pues las bolsas de la región (y, en general, todos los emergentes) son «una zona muy machacada, que estaba cotizando un escenario muy negativo», según Varela. Mismamente, «hasta enero hubo 13 semanas consecutivas de salidas de fondos de acciones de mercados emergentes», según recuerda Bockstaller, de Pictet.

Publicidad
Publicidad

Víctor Alvargonzález, de Tressis, incide en esta visión: «Todas las bolsas comenzaron el año cayendo. El problema es que las emergentes cayeron todo el año anterior, acompañando a los índices de materias primas en su caída. Venimos de mucho más atrás y el rebote técnico afecta más a quien más ha caído. No es de extrañar que haya habido un repunte».

José María Luna, de Profim, apunta que este rebote técnico se ha producido porque algunos inversores han entrado en bolsa latinoamericana con un objetivo táctico, tratando de aprovechar las valoraciones atractivas de algunas acciones.

La recuperación de algunas divisas

Publicidad

Por último, hay otra circunstancia que ha favorecido a la región: la recuperación de algunas divisas, motivada por «las preocupaciones sobre la salud de la economía americana y las expectativas de un ritmo más moderado de subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal», según relata Taylor. Esta revalorización ha sido especialmente llamativa en el caso del real brasileño, lo que ha provocado que, «a la revalorización de los activos (sean acciones o renta fija), haya que sumarle algo más del 5 por ciento que lleva apreciado el real frente a nuestra moneda común», según explica Luna.

Tras analizar todos estos factores, algunos analistas creen que las bolsas latinoamericanas podrían haber tocado suelo. Pero cosa muy diferente es que vayan a seguir subiendo. De hecho, la mayoría de los expertos consultados coincide en sus dudas sobre Latinoamérica.

«Vemos este rebote como algo temporal, difícil de consolidar, porque no creemos que vayan a publicarse datos macro en los próximos meses que puedan confirmar una mejora económica. El rebote no tiene que ver con buenas noticias en las empresas. Es un puro movimiento oportunista de inversores globales que han apostado por este mercado, coincidiendo con la recuperación de las materias primas», defiende Hormigos.

Especialmente preocupante resulta la situación de Brasil, donde «todavía no se han producido mejoras en los fundamentales económicos y la inflación está descontrolada, ya que el Gobierno brasileño no está aplicando una disciplina fiscal», según denuncia Urbano.

Publicidad

Además, la situación en el mercado de materias primas sigue siendo un factor de incertidumbre. «Para que el precio de las materias primas entre en tendencia alcista sólida, tendría que surgir un gran comprador. Para ello, haría falta que, o bien Europa y Estados Unidos crezcan mucho, o China recupere su senda. Y eso es lo que no acabo de ver», avisa Alvargonzález.

También Hormigos expresa dudas sobre esta región: «En una cartera global, sigue siendo un área donde los riesgos superan a las oportunidades y no tendríamos un peso excesivamente grande. Sobre todo, después de esta recuperación. Porque después de esta subida fuerte hay bastantes números para que haya una corrección», dice.

La cuestión es que estos expertos no están solos en su visión negativa sobre Latinoamérica, tal y como explica Alvargonzález: «El mercado va mucho por modas. Aunque haya países que están mejor, el mercado no está todavía claramente por los emergentes. Eso cambiará, pero no ahora. Tengo mis dudas de si Latinoamérica es una inversión rentable de cara al futuro», dice.

Para que las perspectivas mejoren en Latinoamérica, tendría que consolidarse la subida del mercado de las materias primas, producirse una mejora de los beneficios empresariales y una bajada de los tipos de interés, que los distintos bancos centrales se han visto obligados a mantener altos para evitar una fuga de capitales por la debilidad de las divisas. «Pero con tipos altos es difícil que se animen las economías», advierte Alvargonzález.

Publicidad

¿Y en el largo plazo?

Sin embargo, también hay quien cree que Latinoamérica es una buena oportunidad para el largo plazo, pues se trata de «una región que está como España hace 25 años, donde se espera que haya una revolución económica y mucho recorrido». «Este mismo año, estamos viendo buenos crecimientos en Perú, Chile y Colombia», dice Varela.

«A pesar de la nube de datos negativos a corto plazo que enturbian las condiciones económicas actuales, la situación a largo plazo de América Latina se mantiene intacta: una demografía favorable y una clase media en ascenso señalan los significativos motores de crecimiento que continúan haciendo de la región una inversión atractiva para las carteras diversificadas», coincide Taylor.

En ese sentido, hay países que destacan dentro del continente. Aunque la bolsa de México se haya quedado rezagada respecto al resto (de hecho, su rendimiento es negativo en el año si se tiene en cuenta el efecto divisa), su economía es la que más gusta a los analistas por su menor dependencia de las materias primas y su exposición a Estados Unidos. «México es la base de una serie de empresas atractivas que operan en un entorno macro más benigno, incluyendo el operador aeroportuario Asur», dice Taylor.

Asimismo, a Taylor también le gusta Chile, donde muchas compañías se han expandido más allá de su mercado nacional para aprovechar las oportunidades en los países vecinos de los Andes y, de hecho, en toda la región».

En cuanto a sectores, Varela recomienda precisamente los exportadores de materias primas, muy castigados y donde, por tanto, existe más potencial. Si bien, con un horizonte temporal de largo plazo.

En todo caso, es recomendable que la exposición a las regiones emergentes se haga a través de fondos, con el objetivo de que la inversión sea lo más diversificada posible y evitar riesgos.

En portada

Noticias de