La siguiente (o presente) burbuja

 Lo malo de las burbujas de precios es que uno no las ve hasta que no estallan y salpican a[…]

 Lo malo de las burbujas de precios es que uno no las ve hasta que no estallan y salpican a los inversores desprevenidos. Lo peor es que, aunque no la veamos, siempre hay cociéndose, o hinchándose, alguna burbuja. El dinero, como la energía, no se crea ni se destruye, sino que sólo se transforma: pasa de un activo a otro y transforma sus precios.

Estalló la burbuja tecnológica y su salpicadura lanzó el dinero hacia los inmuebles. Ahora acaba de estallar la burbuja inmobiliaria, con efectos colaterales sobre las bolsas, y el dinero vuela hacia la liquidez y el refugio de la renta fija a corto, o hacia las materias primas.

¿Se estará formando aquí la siguiente burbuja? ¿Cuántos grandes inversores están especulando ahora con trigo, oro y, por supuesto, barriles de crudo, en vez de con inmuebles y acciones? Cuando el petróleo estaba a 60 ó 70 dólares por barril (¡hace apenas un año!), se estimaba que hasta 10 dólares de este precio podían ser resultado de la especulación pura y dura. Ahora que tontea con los 135 dólares por barril (¡el doble que hace un año!) y cuando hay analistas que ya lo ven a 180 o incluso a 200, ¿cuántos dólares por barril son especulación pura, apalancamiento en derivados, etc.? Si la economía mundial (incluida la China y la India) se desacelera aún más y se modera el consumo... ¿cuánto aguantará la burbuja? En el mercado de futuros, alguien decidirá ponerse bajista y todos le seguirán, y les interesará que pinche la burbuja para forrarse con sus "puts".

En portada

Noticias de