La economía marroquí cerrará el año 2017 con un crecimiento del PIB del 4.1 % y con un déficit público del 3,5 %, según las previsiones ofrecidas hoy por el banco central del país, Bank al Maghrib (BAM).
«El crecimiento económico está marcado por una buena campaña agrícola que se ha situado en unos 8,6 millones toneladas de cereales» subrayó este martes el gobernador del banco central, Abdelatif Juahri, en una rueda de prensa en Rabat posterior a la reunión trimestral del consejo de la entidad.
Juahri indicó que el sector agrícola con un 14,7 % estimuló el crecimiento, mientras que el PIB no agrícola prácticamente se ha estancado en comparación con el año anterior ya que solo ha subido un 1,6 %.
«El PIB no agrícola mejora pero a un ritmo lento. (…) Es conveniente que este componente tenga una dinámica más fuerte», precisó el gobernador del BAM, recomendando dar importancia al sector industrial y a la diversificación de las exportaciones del país para que la economía marroquí sea «menos volátil» en su dependencia de la agricultura.
El banco central prevé que el país crezca un 3 % en 2018 y un 3,6 % en 2019, mientras que el déficit público bajará a un 3 % en estos dos años, conforme al compromiso del gobierno de controlar las finanzas públicas.
En cuanto a la balanza por cuenta corriente, el banco central proyecta que el déficit será de un 3,6 % en 2017 y de un 4,4 % en 2018, cifras relativamente bajas por la entrada de los donativos del Consejo de Cooperación del Golfo: 8.000 millones de dirhams (716 millones de euros) en 2017 y 7.000 más (626 millones de euros) en 2018.
La autoridad bancaria detalló que las exportaciones del país aumentaron un 9,4 % en los primeros once meses de este año, por la pujanza de las ventas de fosfatos (en cuanto a cantidad, no a precios) y de los productos agrícolas.
Paralelamente, las importaciones también aumentaron un 6,7 % debido a la factura energética.
Además, los ingresos de turismo y de las remesas de los marroquíes residentes en el extranjeros crecieron un 6 % y un 3 % respectivamente.
Juahri además, mostró su apoyo a la anunciada y polémica flexibilización del régimen de cambio del dirham y su necesidad como «herramienta de apoyo a la competitividad de la economía» del país magrebí, aunque no ofreció ningún detalle sobre la fecha de su entrada en vigor, decisión que compete al Gobierno.