Fondos soberanos: dinero rápido, ¿a cambio de qué?

 En cuarenta y ocho horas se puede decidir el futuro de muchas compañías españolas en problemas. Como saben ustedes, las[…]

 En cuarenta y ocho horas se puede decidir el futuro de muchas compañías españolas en problemas. Como saben ustedes, las hay -pocas, las menos endeudadas- las que están sobreviviendo con cierta comodidad, las que están apuradillas y las que, sencillamente, están asfixiadas y contra la pared. Los nombre pónganlos ustedes porque, aunque los números son muy tozudos, las hay las que todavía dicen que no pasa nada pese a tener una relación de deuda sobre recursos propios de diez veces.

 

Para encontrar soluciones de emergencia, Miguel Sebastián se ha traído de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) a varios de los fondos soberanos más ricos del Golfo Pérsico. Una alternativa exótica que genera muchas dudas, no sólo en España, sino también en Europa. Su forma de gestionar las inversiones y sus códigos de conducta han puesto en vigilancia a las autoridades comunitarias, muy reacios a que estos fondos entren en el capital de empresa estratégicas, como las financieras o las energéticas.

Pero estando donde están muchas, con vencimiento de deuda inminentes, sin poder vender un colín, la propuesta hay que analizarla en detalle. Algunos grandes bancos americanos ya han optado por dar la bienvenido a estos vehículos con una capacidad de inversión sin parangón. Puede resultar llamativo ver a uno de estos fondos como principal accionista de Repsol -qué bien le vendría a Sacyr una oferta de Abu Dhabi por su 20% si fallan los rusos-, pero no sería ni la primera ni la última vez.

Quitando el escándalo de los kuwaities de KIO, hay precedentes positivos, como la compra del 10% de Cepsa por parte del dubaití IPIC o la adquisición de Banco Atlántico por Arab Bank. Sin olvidar que varias empresas españolas, entre ellas Técnicas Reunidas, tienen ya una gran implantación en la zona y están acostumbradas a negociar con inversores de este tipo.

Pero, por si acaso alguno se pasa de listo, que no piensen los empresarios españoles que a estos señores les sobra la pasta que generan los petrodólares y que la malgastan a discreción. En absoluto. Lo primero que tienen que saber es que con el hundimiento de los precios del petróleo de los 147 hasta los 50 dólares estos fondos son bastante menos ricos que hace apenas tres meses y que exigen profesionalidad y rentabilidad.

Bastante dinero han perdido ya con algunas compras impulsivas por ser los dueños de grupos como Citigroup y UBS -la conquista del mundo financiero por Oriente, plasmada también con la entrada en Barclays- como para ponerse a jugar con advenedizos con intenciones de coger dinero rápido sin ceder el poder.

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