El potencial en 2018 estará en la deuda y la Bolsa emergentes

Las Bolsas emergentes tienen más potencial que las desarrollas y, dentro de estas últimas, hay que favorecer a las europeas. El Ibex-35, una vez despejadas las incógnitas, debería tender hacia los 11.000 puntos, para superarlos. Por valores, los expertos de Deutsche Bank se quedan con el consumo cíclico, el sector tecnológico y el financiero. En la deuda, aunque pueden surgir oportunidades puntuales en España e Italia, de nuevo es el universo emergente aquél en el que más oportunidades existen. 

"2017 ha sido un año espectacularmente bueno", afirma Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank en España. Sobre todo, precisa, si nos retrotraemos a la situación de hace doce meses, cuando acababa de ganar las elecciones Donald Trump y había dudas sobre el crecimiento económico global. Pero este último ha ido mejor de lo esperado y, mes a mes, se ha ido consolidando, y eso que la reforma fiscal que el presidente de Estados Unidos prometió no se ha aprobado todavía. Precisamente la previsión de que, o bien antes de Navidad o bien ya a principios del año 2018, se aprueben los recortes de impuestos, hace pensar a Duce que Estados Unidos crecerá más en 2018 que en 2017. En cambio, Europa es posible que crezca menos el próximo año que éste, debido a varios frenos con los que se puede encontrar, como la reducción de los estímulos monetarios y el fortalecimiento del euro. En cuanto a Japón, Duce espera crecimiento positivo, menor riesgo deflacionista e impulso que puede llegar de las inversiones necesarias para la celebración de los juegos olímpicos de 2020. También positiva se muestra la economista jefe de Deutsche Bank con el mundo emergente, gracias a la consolidación de la recuperación de Brasil y de Rusia, así como a la fortaleza de China, donde el liderazgo del Gobierno se ha reforzado, además de la dirección que le está imprimiendo a la economía para que en 2049 se convierta en un país de servicios, fundamentalmente. 

En España, Rosa Duce estima que el crecimiento será de un 2,5%, dos décimas inferior al anteriormente previsto, por el impacto de la crisis catalana, aunque Duce considera que el grueso de sus consecuencias económicas ya se habría visto en el tercer y cuarto trimestre de este año con la reducción de la inversión, del consumo y del turismo, especialmente en Cataluña. 

En política monetaria, Duce espera que, en Estados Unidos, la Reserva Federal norteamericana suba los tipos de interés en diciembre y al menos otras dos veces en 2018, aunque no descartan una tercera subida el año que viene si la política fiscal estadounidense logra acelerar la economía más de lo inicialmente previsto. En Europa, prevé que a cierre del año 2018 el BCE haya terminado con las compras de bonos. Éstas pueden terminar, bien en septiembre, bien en diciembre, según la evolución del crecimiento económico y el modo en que se vayan resolviendo las citas políticas. La primera subida de los tipos de interés en la zona euro será, como pronto, según su opinión, a mediados de 2019.

Esta ecuación de políticas monetarias llevará a que el tipo de cambio entre el euro y el dólar se mueva entre 1,15 y 1,20 el año que viene. A principios de 2018, tenderá más a irse a niveles de 1,15 y, a finales, al entorno de 1,20 unidades. 

En este entorno, ¿qué estrategia de inversión adoptar? Diego Jiménez-Albarracín, responsable de renta variable del centro de inversiones de Deutsche Bank en España, afirma que hay que apostar por la diversificación, la flexibilidad y realizar una aproximación multiactivos. 

En renta fija, espera un año malo, porque la retirada de los estímulos y las subidas de los tipos de interés perjudican al precio de los bonos. En 'high yield' las oportunidades, dice, son cada vez menores: la rentabilidad que se obtiene no compensa el riesgo que se asume, ya que empresas con problemas de financiación están emitiendo a tipos de apenas un 3%. Pero sí ve opciones en el mundo emergente, tanto en títulos corporativos como en soberanos. Además, puntualmente, con las tensiones políticas en España y en Italia (ha de haber elecciones en la primera parte del año), pueden aflorar oportunidades, aunque, en términos generales, las emisiones de gobiernos europeos no tienen cabida en sus carteras. 

En su opinión, los tipos de los bonos americanos a diez años deberían tender hacia el 2,5% y los de sus comparables alemanes, al 0,80% con vistas a los próximos doce meses. 

La Bolsa es, pues, la opción más atractiva, no sólo por la falta de alternativas de inversión, sino también porque el crecimiento económico previsto da soporte a la evolución de los resultados empresariales, en los que Jiménez-Albarracín espera revisiones al alza. 

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El próximo año será positivo para las Bolsas, en opinión de Jiménez-Albarracín, sobre todo para las emergentes, que subirán más que las desarrolladas. 

En cuanto a estas últimas, los expertos de Deutsche Bank continúan prefiriendo Europa sobre Estados Unidos. El Viejo Continente ha estado penalizado por los problemas que han tenido América Latina y otros países como Rusia, a los que está más expuesto que Estados Unidos. Además, en el mercado estadounidense se realizan más recompras de acciones que en Europa, y ello también explica el comportamiento diferencial negativo de la zona euro. Y, por último, el sector financiero y el inmobiliario están en una fase más adelantada de la recuperación en Estados Unidos que a este lado del Atlántico. 

Por sectores, Jiménez-Albarracín se queda con el consumo cíclico, el tecnológico y el financiero. En cambio, cree que los peores serán el de las telecomunicaciones y el petrolero. Respecto al precio del barril, estima que en 2018 se moverá entre los 50 y los 55 dólares, niveles inferiores a los actuales. 

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Precisamente, la evolución del sector energético será el que impida que el S&P 500 cierre 2018 por encima de los niveles en los que está actualmente. 

La cartera de valores española estaría formada por Santander, Amadeus, IAG, Ferrovial, ACS, Acciona, Abertis y Colonial. Aunque en el sector bancario la firma tiene a otros tres bancos con recomendación de compra: CaixaBank (favorito), Bankia y Unicaja. De acuerdo con Jiménez-Albarracín, el Ibex-35, con vistas a los próximos doce meses, debería llegar a los 11.000 puntos y superarlos. 

¿Riesgos? No hay que perder de vista la agenda política, con las elecciones catalanas en primer lugar, desde donde se trasladará la incertidumbre a Italia, ya que allí habrá elecciones antes de mayo. Además, la negociación del 'Brexit' estará presente durante todo el año. Y habrá elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos en noviembre. Asimismo, la política monetaria puede introducir algo de ruido, sobre todo en junio o julio, cuando Mario Draghi debería desvelar sus planes respecto al final del programa de compra de activos y no hay que descartar que Draghi necesite subir los tipos de interés antes de lo previsto. 

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