Australia enseña el camino a los bancos centrales occidentales

El banco central australiano es uno de los primeros de los mercados desarrollados en reducir los estímulos monetarios

El banco central australiano (Reserve Bank of Australia o RBA) anunció este martes su decisión de mantener los tipos de interés para favorecer la recuperación económica pero, al mismo tiempo, informó de que reduce los estímulos monetarios a través del programa de compra de bonos.

Con esta decisión, el regulador australiano se convierte en uno de los primeros bancos centrales de mercados desarrollados en adoptar una medida de este tipo y lo hace en un entorno dominado por el miedo del mercado a una retirada demasiado temprana o abrupta de los programas que han mantenido a flote la economía.

En concreto, el organismo presidido por el gobernador Philip Lowe mantuvo sin cambios los tipos de interés en el 0,10 por ciento como se esperaba, pero reducirá el ritmo de compras de bonos a partir de septiembre desde los 5.000 millones de dólares a la semana hasta los 4.000 semanales.

La próxima revisión del programa será en noviembre

“El programa de compra de bonos está jugando un papel importante para apoyar a la economía australiana. El banco continuará comprando bonos dado que todavía estamos a cierta distancia de los objetivos de inflación y empleo".

"Sin embargo, el consejo está respondiendo a una recuperación más fuerte de lo esperado y a la mejora de las perspectivas a través de un ajuste de las compras semanales. A mediados de noviembre habrá otra revisión sobre el programa de compras de bonos para responder al estado de la economía en ese momento”, dice el comunicado enviado por la institución.

De momento, el dólar australiano ha recibido la noticia con ligeras apreciaciones hasta situarse en el entorno de los 0,7577 dólares estadounidenses.

No obstante, los expertos de Bankinter han interpretado la noticia de manera favorable, pues aunque la decisión supone ir drenando los estímulos de la economía de manera paulatina, elimina el riesgo de que la institución acabase con el programa de golpe y porrazo.

El banco central podría haber retirado los estímulos por completo

“Noticia positiva porque, primero, ha anunciado una nueva extensión de sus programas de compras, cuando había alguna posibilidad de que este mes de julio anunciase su finalización total. Además, el RBA abre la puerta a una nueva extensión en noviembre, si las condiciones en su IPC lo permiten”, dice un informe enviado por la entidad.

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“Esta reunión de julio era la más delicada porque el RBA podía cambiar el rumbo de su política monetaria. Pero no ha sido así y ha alargado al menos hasta final de año su compromiso pro-ciclo con la economía australiana”, insiste el documento.

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