Jubilación: El Gobierno baraja una bajada de las futuras pensiones

Escrivá propone ampliar a 35 años el cálculo de las pensiones lo que supondría un recorte del 5% de las prestaciones

Vuelve la polémica sobre las futuras pensiones. Esta vez el encargado de suscitarla ha sido el ministro de Seguridad Social, Jose Luis Escrivá, al presentar por sorpresa una propuesta a la Comisión Delegada de Asuntos Económicos del Gobierno en la que planteaba subir de 25 a 35 años el periodo de cotización para calcular la cuantía de las pensiones de jubilación, con el objetivo de reducir el gasto en pensiones y dotar de sostenibilidad al sistema.

En 2020 se contabilizan los últimos 23 cotizados y en 2021 se tendrán en cuenta los últimos 24 años, que aumentarán hasta los 25 años en 2022, según establece la última reforma de las pensiones de 2011.

La nueva propuesta no ha sido bien recibida ni por los sindicatos ni por los socios de gobierno de Pedro Sánchez.

La primera en posicionarse en contra ha sido la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, al señalar que este cambio de cómputo no se contempla ni en el programa de gobierno acordado entre el PSOE y Unidas Podemos ni en las recomendaciones del Pacto de Toledo para la reforma de las pensiones. El partido morado alega que esta iniciativa acarrearía una bajada de las pensiones.

La medida aún no ha sido presentada en la mesa para la reforma de las pensiones en la que participa el Gobierno junto a los agentes sociales, pero los sindicatos ya se han desmarcado de ella y la consideran “inadmisible”.

Consecuencias

El principal efecto de ampliar diez años el periodo para calcular las pensiones sería “una bajada de las prestaciones”, asegura Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (OCOPEN), ya que, en general, es en los últimos años de vida laboral cuando los salarios son más elevados y alargar el periodo contabilizado supondría incluir ejercicios de menor cotización, lo que reduciría el montante de las pensiones.

Esta bajada alcanzaría de media un 5%, según ha calculado Robert Meneu Gaya, director del Departamento de Matemáticas para la Economía y la Empresa de la Universidad de Valencia.

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Una cifra algo inferior a la merma del 5,5% que se produjo tras la última reforma de las pensiones de 2011 cuando el periodo de cómputo pasó de 15 a 25 años.

Pero la reducción en las pensiones no la sufrirían por igual los futuros jubilados. Dependerá de su perfil salarial y de su cotización.

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Incluso podría beneficiar al colectivo de trabajadores con salarios elevados que en la crisis de 2008 vieron recortada su remuneración o fueron despedidos y volvieron al mercado laboral con sueldos más bajos, lo que redujo sus cotizaciones a la Seguridad Social.

“En estos casos ampliar el cálculo 10 años les beneficiaría porque abarcaría los periodos en que su cotización fue más elevada”, apunta Casares.

La medida también favorecería a los cotizantes que han trabajado por cuenta ajena y en la última etapa de su vida laboral hayan decidido trabajar por cuenta propia cotizando por importes inferiores.

35 años son pocos

Para algunos expertos la propuesta de José Luis Escrivá se queda corta y consideran que en el cálculo de las pensiones se debería tener en cuenta toda la vida laboral del trabajador para ajustar el capital cotizado a la pensión recibida, ya que, según un informe elaborado por el Banco de España, los pensionistas cobran un 74% más de lo que han cotizado a la Seguridad Social.

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Entre estos expertos se encuentra Gonzalo Núñez Sarompas, profesor de la Universidad a Distancia de Madrid, para quien “sería razonable que se tuviera en cuenta todo el periodo de cotización a la hora de determinar la cuantía de la pensión a percibir, aunque implique una pensión más reducida”. 

Una buena medida

La medida planteada por Escrivá ayudaría a dotar de viabilidad al actual sistema público de pensiones, a juicio de los expertos.

Este es el caso de Rafael Villanueva, manager retirement de Willis Towers Watson España, para quien “este tipo de reformas contribuyen a aliviar el déficit de las cuentas de la Seguridad Social sacrificando cierta suficiencia para tener un sistema más sostenible”.

Otras reformas que contribuirían a contener el gasto en pensiones son, en opinión de Miguel Ángel Menéndez, profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF), “incrementar las reducciones en la base reguladora a las jubilaciones anticipadas, aumentar los años necesarios para recibir el 100% de la pensión o alargar la edad de jubilación de 65 a 67 años”.

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El apoyo de Bruselas

La oposición que ha originado esta propuesta hace pensar que el ministro de Seguridad Social no tendrá fácil incluirla en la próxima reforma de las pensiones.

Tiene en frente a una parte del Gobierno, con Pablo Iglesias y la ministra de Trabajo a la cabeza, y a los sindicatos. Pero cuenta con una baza a favor, la Comisión Europea, que ha exigido a España el compromiso de llevar a cabo una reforma de las pensiones que conlleve la reducción de gastos como condición para acceder al reparto de los fondos de reconstrucción.  

Esto hace que a juicio de Miguel Ángel Menéndez sea “muy probable que ésta y otras medidas de reducción del gasto se incluyan en la futura reforma de las pensiones”.

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