Jubilación activa: un balón de oxígeno para la Seguridad Social

En España más de 58.000 personas compaginan empleo y el cobro de las pensiones

Garantizar la supervivencia del sistema público de pensiones es uno de los objetivos que se ha propuesto lograr el Gobierno y, para conseguirlo, reducir el déficit que arrastra la Seguridad Social es uno de los requisitos imprescindibles.

Una forma de hacerlo, según fuentes del Banco de España, consiste en potenciar fórmulas que compatibilicen el empleo y el cobro de las pensiones en función del tipo de ocupación, el sector laboral y las capacidades de los afiliados a la Seguridad Social.

El supervisor reconoce que con la implantación de estas medidas ganarían ambas partes: La seguridad Social reduciría su déficit al tener que desembolsar menos dinero al retrasar el pago total de las pensiones de esos trabajadores y al seguir recibiendo cotizaciones sociales por ellos, y los jubilados podrían seguir trabajando, si es su deseo, al llegar la edad de retiro y así poder recibir unos ingresos más altos de los que les corresponderían por sus pensiones.

También Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (OCOPEN), considera que la jubilación activa supone un gran beneficio tanto para las empresas como para los trabajadores, y es una "gran opción" para poder mantener nuestro sistema de pensiones de cara al futuro.

En su opinión, “a los trabajadores les permite garantizar las pensiones -una parte ahora y el resto de la pensión de cara al futuro-, a la vez que pueden mantener su actividad laboral y, sobre todo, sus ingresos. Mientras que los empresarios han conseguido llegar a acuerdos que evitan despidos, prejubilaciones, jubilaciones anticipadas y ERES, lo que genera un beneficio importante en nuestro sistema”.

Requisitos

La modalidad de jubilación activa permite a los pensionistas que lo deseen volver a trabajar como asalariados o autónomos, pero para ello es imprescindible haber superado la edad de jubilación y contar con una carrera de cotizaciones completa.

Además, la jubilación activa solo permite compatibilizar el 50% de la pensión con cualquier trabajo por cuenta propia o ajena. Esto es, el pensionista recibirá la mitad de la prestación reconocida cuando se reincorpore al trabajo, y recuperará el importe original de la pensión cuando finalice su contrato.

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Los trabajadores autónomos también pueden decantarse por este sistema y les está permitido cobrar el cien por cien de la pensión si tienen contratado al menos a un trabajador.

Escasa aceptación

A pesar de sus ventajas, la jubilación activa no está muy extendida en España. Según datos de la Seguridad Social, en 2018 solo 50.000 personas estaban acogidas a esta fórmula. Mientras que en noviembre de 2019 -el último dato de que se dispone- alcanzaban las 58.500.

Esta escasa incidencia se debe a que los empresarios prefieren no potenciar la jubilación activa entre sus trabajadores porque les sale caro y los trabajadores tampoco se acogen a ella porque, según Isabel Casares, “en muchos casos la desconocen”.

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Pero la jubilación activa no es la única fórmula con la que se puede compaginar la jubilación y el empleo.

Jubilación parcial

Gracias a esta modalidad, los trabajadores en activo por cuenta ajena pueden acceder a la jubilación parcial a partir de los 60 años.

Permite compatibilizar un trabajo por horas con el cobro de la pensión y la  jornada laboral a la que se puede acceder será reducida.

Jubilación flexible

Para acogerse a esta fórmula es necesario estar jubilado y volver a la actividad de forma parcial, cobrando un salario y parte de la pensión.

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En este caso se aplicará una reducción de la pensión que es proporcional al porcentaje de la jornada laboral que se realiza.

El trabajador seguirá cotizando hasta la jubilación definitiva, cuando percibirá la pensión íntegra. Esta se recalculará teniendo en cuenta las cotizaciones realizadas durante la jubilación flexible.

Cobrar la pensión y realizar pequeños trabajos

Según fuentes del Instituto BBVA de Pensiones, cobrar la pensión y realizar pequeños trabajos también es una opción que se les presenta a muchos trabajadores cuando alcanzan la jubilación.

Sin llegar a realizar una actividad a tiempo completo, personas que trabajaban por cuenta propia tienen la posibilidad de realizar pequeños trabajos que suponen un complemento a sus pensiones.

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Esto es algo que contempla la ley y que facilita que los jubilados puedan realizar actividades esporádicas sin necesidad de tener que suspender el cobro de la pensión para no incurrir en incompatibilidades.

Los requisitos que tienen que cumplir los jubilados para acogerse a esta modalidad son:

  • Realizar trabajos por cuenta propia.
  • Los ingresos derivados de esta actividad no podrán exceder el Salario Mínimo Interprofesional en cómputo anual. En 2020 este indicador asciende a 12.600 euros.
  • Quienes realicen estas actividades económicas no están obligados a cotizar por las prestaciones de la Seguridad Social y no generarán derechos sobre las prestaciones de la Seguridad Social.
  • Los jubilados que realicen estas actividades deberán mantenerse al corriente de las obligaciones tributarias que estas generen.

Todas estas modalidades que permiten seguir trabajando después de la jubilación ayudan, según fuentes de BBVA, a hacer sostenible el sistema publico de pensiones, ya que “permiten que los trabajadores contribuyan al sistema con sus cotizaciones durante un mayor número de años”.

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