El optimismo sobre Repsol apunta a una recuperación de doble dígito

Repsol tiene margen de mejora en el precio de sus acciones después de una bajada en su cotización motivada por las dudas de algunos inversores sobre la estrategia de la compañía

Repsol continúa esta semana en una tendencia bajista menos pronunciada que la anterior, cuando protagonizó siete sesiones a la baja en las que se dejo más del 7,5 por ciento, pero el continuismo de esta depresión no cambia las perspectivas alcistas de expertos como Víctor Peiro, director de análisis de GVC Gaesco.

Pese a que las acciones de Repsol no terminan de recuperarse del castigo sufrido tras la presentación de sus cuentas trimestrales, en las que el grupo informó de los 1.939 millones que ganó hasta septiembre y del incremento del dividendo del 5 por ciento, Peiro mantiene su apuesta por la compañía.

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“Muchas veces las respuestas de los mercados a los resultados no son directamente proporcionales a lo que hayan presentado”, indicó Peiro en el podcast de finanzas.com.

El margen de mejora de Repsol

Peiro argumenta en su análisis que la compañía estuvo excesivamente penalizada durante la pandemia, al verse impactada por la especulación sobre la no utilización del petróleo y su posible bajada de precios.

La realidad, en cambio, trajo tanto un rally alcista que llevó los precios del petróleo a sus máximos en siete años como una recuperación de Repsol a la que todavía le queda margen. De hecho, en GVC Gaesco Valores calculan un precio objetivo de 13 euros por acción, lo que arroja un margen alcista del 12 por ciento.

En la apertura del mercado en España este jueves 18 de noviembre, Repsol ha sufrido una pequeña bajada del 0,96 por ciento respecto a los 10,858 euros de partida. Y el precio objetivo que marca Peiro desde GVC Gaesco es de 12 euros por acción.

El análisis de Peiro coincide con el realizado por distintos expertos consultados por finanzas.com a finales de octubre, donde los menos optimistas veían a Repsol en los 12 euros, mientras que en el lado optimista situaban a la compañía en 15,50 euros.

Francisco Sainz, director de inversiones de Imantia, también estimó que la cotizada disponía de un margen del 10-15% de subida para recuperar su precio a niveles previos al Covid 19.

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Para Peiro, la reacción negativa del mercado a los resultados está más ligada a la duda que algunos inversores internacionales puedan tener sobre la estrategia de inversión de la empresa en energías alternativas, que a los resultados.

Estos inversores dubitativos, explica el director de análisis de GVC Gaesco, plantean si dedicar esas inversiones a pagar más caja a los accionistas, como hacen empresas americanas que no han optado por llevar a cabo una transición energética tan clara como las europeas, sería mejor opción.

"Ese es el único pero que veo por parte de algunos inversores, pero no a los resultados concretos, que yo creo que siguen en línea con lo que todos estábamos esperando e incluso han mejorado las expectativas para final de año", señala Peiro.

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Las dudas de los inversores respecto a los dividendos pagados por Repsol, no obstante, llega después de que la compañía anunciara el aumento de su dividendo en efectivo un 5 por ciento hasta los 0,63 euros por acción tras aprobar una reducción de capital de 75 millones.

Para Peiro, que el dividendo aumentara de 0,60 a 0,63 euros por acción "no cambia mucho la película, ya que la empresa tiene un camino muy estructurado de pago de dividendos que además complementa con la recompra de acciones, por lo que no es un uno de los criterios que los inversores miran más en la petrolera.

Esto, pese a que la rentabilidad por dividendo de Repsol rivaliza con la de los gigantes de la banca española, un hecho que ha ocurrido en parte gracias a la subida de los precios del petróleo, que impulsó los beneficios de la petrolera y que continúa su rally moviéndose hoy en torno a los 80 dólares.

"Es una paradoja lo que estamos viviendo en estos momentos. Hay una corriente en el mundo de que el petróleo tiene que ir en disminución y sin embargo ha subido fuertemente", indica Peiro, añadiendo que "sería bueno para las petroleras que el precio se estabilizara en torno a los 65-70 dólares por barril, ahí es un nivel donde ellas hacen caja y de hecho todo el programa de inversión de Repsol está basado en 50 dólares por barril".

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