MiFID II reducirá los márgenes de la banca privada

Mayor transparencia para los inversores, innovación tecnológica y reducción de márgenes en las entidades de banca privada son algunos de los cambios que generará la implantación de la directiva sobre mercados de instrumentos financieros (MiFID II).

Mayor transparencia para los inversores, innovación tecnológica y reducción de márgenes en las entidades de banca privada son algunos de los cambios que generará la implantación de la directiva sobre mercados de instrumentos financieros (MiFID II).

La aplicación de MiFID II va a generar importantes cambios en el modelo de negocio de las entidades de banca privada que operan en España. Entre ellos destacan una mayor transparencia en el coste que tendrán que soportar sus clientes, un impulso de la digitalización en el sector, la reducción de márgenes de las entidades y el cambio en la relación del banquero privado con sus clientes. Estas son algunas de las conclusiones de la mesa redonda 'MiFID II: oportunidad de transformación y cambio para el sector de la Banca Privada', celebrada en el VI Encuentro Anual de Banca Privada, organizado por la revista 'Inversión &Finanzas.com'.

En la tercera mesa del encuentro, moderada por Carlos García Ciriza, presidente de la Asociación Española de Empresas de Asesoramiento Financiero (Aseafi), intervinieron Ana Figaredo, directora general de Lombard Odier; Luis Sánchez de Lamadrid, director general de Pictet PWM España, y Gonzalo Nebreda, director de banca privada de Renta4 Banco. Todos coincidieron en destacar que la mayor transformación que generará la directiva sobre mercados de instrumentos financieros será la de la transparencia, que obligará a las entidades a informar a los inversores sobre las comisiones que tendrán que pagar por la gestión de sus activos. 

«Los cambios más relevantes que provocará la directiva son, además de una mayor exigencia tecnológica, la transparencia de cara a los inversores», afirmó Ana Figaredo. A su juicio, en España, en general, el cliente tenía la percepción de que recibía un asesoramiento financiero de forma gratuita, «esto no era así, pero ellos lo creían. Ahora, con MiFID II, la cosa cambia. El cliente será informado de lo que paga y esto hará que sea más exigente y que quiera conocer más a fondo por lo que está pagando».

Auguró que muchos clientes se van a sorprender en enero de 2019 cuando reciban información de las entidades sobre lo que les están cobrando en concepto de comisiones. Principalmente los de perfil más conservador, que van a tener que afrontar una realidad «muy dura» porque las comisiones de gestión «son las mismas que hace ocho años, pero la rentabilidad de la renga fija ha bajado del 5 al 0 por ciento», asegura.

Esta información, en opinión de Figaredo, va a producir una presión de los márgenes a la baja porque la industria va a tener que cobrar menos comisiones o cobrarlas de otra manera. Todo ello provocará que «empiecen a desaparecer los fondos que no lo hagan mejor que sus índices de referencia».

También Gonzalo Nebreda considera que tras la implantación de la directiva se producirá «una reducción de márgenes y un cambio en la relación entre el banquero privado con su cliente». Reconoció que este está dispuesto a pagar por asesoramiento financiero si obtiene un valor. «Se acostumbrará a pagar y acabará pagando».

Respecto a las comisiones, Luis Sánchez de Lamadrid cree que se está produciendo mucha «creatividad. Ya se cobran comisiones de éxito, además de las de gestión». Informó de que las entidades están buscando fórmulas para que no haya tanto coste. «Tenemos que buscarnos la vida para intentar no tener una erosión en los márgenes».

Publicidad
Publicidad

La transformación que está asumiendo la banca privada para adaptarse a MiFID II es importante pero, en opinión de Ana Figaredo, no tanto como la que debe afrontar la banca 'retail' porque «los clientes de estas entidades tienen menos cultura financiera y están peor informados que los de banca privada».

¿ASESORAMIENTO DEPENDIENTE O NO?

Ante la exigencia de MiFID II de que las entidades financieras opten por un asesoramiento dependiente o no dependiente, Luis Sánchez de Lamadrid reconoció que ellos han optado por el dependiente porque «cumplir con lo que significa la independencia para MiFID II es prácticamente imposible». No obstante, señaló que han «ampliado la transparencia y la información» que dan a sus clientes y a sus potenciales clientes. 

Publicidad

Ana Figaredo también cree que la tendencia irá en ese sentido, hacia un asesoramiento no independiente porque «casi todas las entidades de banca privada tienen producto propio y el asesoramiento independiente lo limita mucho». Auguró que con MiFID II también se producirá un crecimiento «muy grande» de fondos perfilados.

DIGITALIZACIÓN

La innovación tecnológica y la digitalización en banca privada es otro aspecto potenciado por la directiva de mercados. Para Luis Sánchez esto es «esencial» y aseguró que MiFID II «nos ha dado un gran empujón en el tema tecnológico porque sin digitalización hoy es imposible dar un buen asesoramiento al cliente». Predijo que solo van a triunfar aquellas entidades que han sido capaces de digitalizarse.

¿GESTIÓN ACTIVA O PASIVA?

Publicidad

Otra de las consecuencias que acarreará la directiva es «una tendencia a pasar a cuentas gestionadas», apuntó Luis Sánchez, ya que las entidades tratarán de batir a su competencia en rentabilidad. 

Las cuentas gestionadas irán dirigida a los grandes clientes a los que se cobrarán mayores comisiones, mientras que a los pequeños clientes, según Nebreda, «se les ofrecerá un producto enlatado».

En portada

Noticias de