La banca sube su apuesta por el consumo

Si es un cliente con un perfil financiero excelente, su banco ya le habrá ofrecido un préstamo preconcedido. Si está estudiando aceptar la oferta no se olvide de tener en cuenta...

El ahorro de los hogares se situó en el 6,5 por ciento de su renta en junio, lo que supone una caída del 0,4 por ciento respecto al trimestre anterior y se sitúa en niveles de hace diez años. Y paralelamente, el consumo ha ido subiendo. Ante tal panorama, las entidades financieras llevan un tiempo recuperando entre su cartera de productos los créditos preconcedidos, préstamos al consumo, destinados por ejemplo a reformas en el hogar, comprar un coche y simplemente para pagar las vacaciones o las compras navideñas, y que están dirigidos a sus ya clientes con el fin de aumentar la vinculación con la entidad. 

El último banco que ha apostado por ellos ha sido Banco Popular, del Grupo Santander, que cuenta con 3.000 millones de euros dirigidos a sus clientes en dos ofertas dependiendo del importe solicitado: 15.000 euros y 6.000 euros. La oferta finaliza el próximo enero. 

Maica López, experta de CrediMarket, explica que estos productos se dirigen a clientes que están dentro de la base de datos del banco y que «están al corriente de pagos de sus facturas y que, además, no estén incluidos en ningún listado de morosidad». Es decir, con un expediente intachable. 

Desde Rastreator, señalan que estos productos son beneficiosos para las partes por dos razones. «Para las entidades, aumentan la rentabilidad, generando más operaciones de activo, consolida el ratio de vinculación del usuario o incluso lo aumenta, vinculando productos que permiten obtener un tipo de interés más económico por su contratación». Para el cliente, continúa hablando Víctor López, responsable de Rastreator, «los beneficios son fruto del estudio personalizado que realiza la entidad evitando visitas a la oficina y la entrega de documentación».

Préstamos personalizados

En este tipo de productos es la banca quién avisa al cliente. Maica López aclara que pueden ser interesantes para «quiénes tengan un aprieto puntual, una falta de liquidez o para ciertos gastos que se tienen que cubrir y se necesite el dinero con rapidez», además, la contratación también es sencilla y fácil puesto que se puede hacer por teléfono, a través de internet o en las sucursales y en menos de 48 horas el dinero ya está en su cuenta.
Víctor López, por su parte, destaca que la personalización de estos préstamos hace que «incluso dos clientes de la misma entidad a los que se les aprueba de antemano este tipo de operaciones pueden tener diferencias en cuanto a la cuantía, plazo de devolución, tipo de interés u otros productos vinculados».

Pero a pesar de las facilidades, también hay aspectos que se deben vigilar como por ejemplo que para poder acceder a estas ofertas primero hay que ser clientes de la entidad. «Además, no están exentos de comisiones y pueden ser más caros que un préstamo personal pero más baratos que los de una tarjeta», aclara Maica López, mientras que Víctor López recuerda que «aunque son ofrecidos proactivamente por las entidades tienen las mismas obligaciones de pago y cumplimiento que cualquier otro préstamo».

Otro de los aspectos a tener en cuenta es que no siempre se terminan concediendo, «hasta que no se firma el contrato o póliza, el banco o caja podrá denegarlo».

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Por último, Víctor López aconseja que «una vez recibida la oferta por parte de la entidad, el cliente que lo necesite no se conforme sin más» y «compare los tipos de interés vigentes en el mercado, revise si lleva asociadas comisiones de apertura, estudio, amortización anticipada o parcial o total easí como si es obligatorio vincularse con otros productos de la entidad y si tienen una permanencia mínima cuyo cumplimiento repercuta en penalizaciones».

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