Acoso al depósito

Una vez más, España va por libre. Mientras numerosas voces institucionales recomiendan buscar soluciones para que se incremente la tasa[…]

Una vez más, España va por libre. Mientras numerosas voces institucionales recomiendan buscar soluciones para que se incremente la tasa de ahorro en las familias, el Gobierno se desmarca proponiendo una nueva subida de impuestos que afectará, precisamente, a todos los instrumentos financieros creados con el fin de maximizar el patrimonio.

Aunque todavía no está nada cerrado, las especulaciones apuntan a una subida de la tasa impositiva del 18 al 20% en todos los productos de ahorro, que dejará sus ganadores y sus perdedores. Y, precisamente, entre estos últimos se sitúan los depósitos, el producto que alberga un 40% de todo el ahorro financiero de los españoles. En opinión de los expertos, los fondos de inversión serán los menos perjudicados con la reforma, ya que la legislación permite cambiar de fondo a fondo sin pasar por Hacienda. El poder diferir el pago de impuestos al momento en el que de verdad se quieren materializar ganancias o pérdidas les otorga cierta ventaja frente al depósito ante una hipotética reforma. También los fondos de pensiones o los seguros de ahorro a muy largo plazo pueden sufrir menos

Pero, bajando a la realidad, las estadísticas muestran que el pastel que sufrirá menos la subida de impuestos (por ser suscriptor de fondos de inversión) será significativamente menor que el habitualmente se refugia en un depósito, por considerarlo un producto sencillo y de fácil comprensión. Según el último informe de Inverco "El Ahorro Financiero de las familias españolas", a cierre de 2008 más de 800.000 millones de euros estaban invertidos en depósitos y sólo 256.000 millones en fondos. Además de la reforma fiscal, hará falta un poco más de formación financiera para lograr un vuelco de ahorradores hacia los fondos que evite que se erosione un poco más su patrimonio.

Cierto es que muchos inversores no suscriben su depósito siguiendo prescripciones fiscales, sino en función de la sencillez del producto, pero, sin duda, parece equivocado atacar al ahorrador español, meramente conservador y "fan" de las imposiciones a plazo. Mas aún en estos tiempos de crisis, que están dejando los intereses por los suelos. Y ahí va un dato: sólo un 27% de la población dispone de un ahorro similar o mayor a un mes de sueldo, de ahí que los ciudadanos españoles se sitúan entre los más vulnerables ante una situación de impago de créditos. Más valdría que se estudiaran otras propuestas, como crear un disciplinario plan de recorte del gasto público, como propone el Banco Central Europeo, entre otras instituciones.

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