Francia vivirá mañana una nueva jornada de protesta contra la reforma laboral

Varios de los principales sindicatos franceses y organizaciones de estudiantes han convocado para mañana una nueva jornada de protesta contra[…]

Varios de los principales sindicatos franceses y organizaciones de estudiantes han convocado para mañana una nueva jornada de protesta contra la reforma laboral que prepara el Gobierno de François Hollande, que en su trámite parlamentario está viviendo cambios para calmar a sus detractores.

Apenas diez días después de haber sacado a las calles a 1,2 millones de personas, según sus datos, tres veces menos según la policía, las centrales sindicales y estudiantiles esperan mantener el pulso contra una ley que consideran demasiado liberal.

Una presión que en estos últimos días se ha mantenido con el movimiento "Nuit debout" (Noche en pié), la acampada de centenares de personas en la plaza de la República de París que se puso en marcha tras las manifestaciones del pasado día 31.

Organizados en asambleas, con el 15-M de España como modelo, el movimiento ha ganado en amplitud y se ha extendido en otras ciudades.

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Su intención es continuar y por eso han apelado a los manifestantes de mañana a acudir posteriormente a la plaza de la República, donde tienen permiso para acampar hasta el domingo por la noche.

Tanto el Gobierno como los convocantes de los desfiles han hecho llamamientos para que no se repitan los enfrentamientos entre manifestantes y policías de los últimos días, que han provocado centenares de detenciones, esencialmente de jóvenes.

Entre tanto, el Gobierno ha hecho algunas concesiones en el trámite parlamentario del proyecto de ley.

Para los 52 artículos que contiene la reforma laboral se han registrado 1.000 enmiendas, algunas de las cuales están siendo aceptadas por el Ejecutivo de Hollande.

Se refieren en particular a las condiciones económicas en las que una empresa puede despedir empleados con el pago reducido de indemnizaciones.

El Gobierno ha aceptado que las pequeñas y medianas empresas puedan hacerlo solo con un trimestre de pérdidas.

Los sindicatos consideran que la ley supone un retroceso importante en los derechos de los trabajadores, por lo que reclaman su retirada.

En particular, son contrarios al principio de que los acuerdos que se alcancen en las empresas primen sobre los convenios colectivos establecidos a nivel nacional, porque consideran que eso debilita la posición negociadora de los empleados.

El Gobierno y la patronal sostienen, sin embargo, que esa medida favorece la adaptación de las empresas a los diferentes ciclos económicos, lo que les animará a firmar más contratos indefinidos.

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