Etxaide defiende un "independentismo serio" para avanzar en la soberanía

La hasta hoy secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, ha defendido hoy un "independentismo serio" para avanzar hacia la soberanía y conseguir los cambios sociales que necesita el país.

Etxaide ha presentado hoy en Vitoria el informe de gestión de sus cinco años al frente del sindicato abertzale, en la jornada de inicio del noveno congreso de LAB que se celebra en Vitoria con el lema "LAB 4.0 Gure Garaia".

En este congreso Etxaide va a ser relevada al frente de la Secretaría General por Garbiñe Aranburu.

La actual secretaria general ha dicho que pese a que ya no le corresponde hablar del futuro del sindicato, éste ha quedado "preparado" para los nuevos retos ante los que se tiene que adecuar la "lucha de clases".

Ha apostado por avanzar hacia la soberanía para construir un modelo "totalmente distinto" al actual, con un nuevo "estatus político, ya que el vigente es insostenible".

Etxaide ha valorado la situación del sindicato, que cuenta con 40.500 afiliados y que se autofinancia en un 90 % con las cuotas de los afiliados, lo que ha permitido a LAB no tener que pedir ningún préstamo bancario en cinco años. "Tenemos las manos libres para tomar decisiones", ha dicho.

También ha citado el equilibrio territorial en la afiliación, ya que el 38 por ciento del total está en Gipuzkoa, el 31 en Bizkaia, el 21 en Navarra y casi el 9,5 por ciento en Álava.

Al comienzo del congreso, el hijo del que fuera secretario general de LAB, Rafa Díez Usabiaga, ha leído un escrito que ha enviado el antecesor de Etxaide desde la prisión cántabra de El Dueso, donde se encuentra recluido.

Díez fue procesado y condenado junto con Arnaldo Otegi y otras tres personas en el llamado caso Bateragune, el intento de reconstruir la ilegalizada Batasuna. El sindicalista vasco es el único de los condenados que permanece aún encarcelado.

En su escrito, el exdirigente de LAB ha dicho que todos los que pertenecen a él deben estar "muy orgullosos" de su situación y ha apostado por que siga siendo un sindicato de clase, de carácter "sociopolítico".

A juicio de Díez, "la lucha de clases no termina en las paredes de las empresas", sino que los sindicatos tienen que ejercer de "contrapoder".

Por último, ha animado a "perder el miedo al cambio" porque el miedo es la estrategia que, ha concluido, "utiliza el enemigo".

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