Emprender se conjuga en femenino

Tienen mayor presencia en las universidades, mucha cualificación y creatividad y también mayores tasas de paro, por lo que emprender[…]

Tienen mayor presencia en las universidades, mucha cualificación y creatividad y también mayores tasas de paro, por lo que emprender es la salida que cada vez eligen más mujeres para poder continuar su carrera profesional y poner en marcha sus propios proyectos.

"¿Sabes cuando de pequeña tienes un sueño?", pregunta a Efe Rosa Talló. Pues el suyo era tener un negocio y con 26 años ya lleva un año dirigiendo La Roseta, una pequeña pastelería en la Barceloneta.

Ha viajado mucho y trabajado, desde los 18 años, en varios restaurantes y hoteles y aunque cuenta que era feliz, le pesaba el hecho de trabajar para otro.

Ahora le parece más satisfactorio: "es como si vienen a tu casa y se van felices".

Publicidad

También en Barcelona, Marga Parrilla, habla en este sentido del "hecho de poder montártelo a tu manera, ser tu propia jefa y saber que si te estás arriesgando y lo haces mal, es culpa tuya."

Su caso no es tanto un sueño como que a sus 28 años llevaba una época sin trabajo y necesitaba "tener alguna cosa más fija y estable" para poder seguir haciendo lo que le gustaba: escribir y dirigir teatro.

En noviembre del año pasado abrió un Room Escape, un local de juego donde por grupos tienes que intentar salir de una habitación a través de la lógica y el ingenio y de recopilar pistas y descifrar enigmas.

Rosa y Marga no son las únicas mujeres que deciden emprender sus sueños y proyectos.

Según un estudio del Instituto de Innovación Social de Esade de 2015 elaborado para Microbank, el 59 % de las personas que piden un microcrédito, son mujeres.

Al contrario que los hombres que optan, en su mayoría por negocios ligados a los servicios profesionales y el sector primario, las mujeres prefieren el comercio minorista, la hostelería y la restauración.

Es el caso de La Roseta, la panadería de Rosa, que ella misma define como "muy pequeñita", algo que la diferencia con otros locales porque "es como si entras a una casa, con un ambiente muy familiar".

El local pertenecía a su familia y según cuenta, no se lo pensó dos veces, "se la jugó" para hacer lo que le gustaba.

Jugársela y arriesgarse son dos palabras que destacan estas dos emprendedoras.

"Estaba en un momento que tenía que decidir qué hacer con mi vida. No tenía trabajo y decidí arriesgarse", explica Marga Parrilla.

Aunque ella es dramaturga y directora de teatro, se aficionó al "room escape" y pensó que podía ser "una idea genial" para poner en marcha un negocio.

Ambas se sienten satisfechas con la trayectoria de su nueva empresa.

"No quiero ser muy positiva, pero estoy muy contenta porque no me esperaba que fuera así", expresa Talló de su nueva pastelería, que tiene la esperanza de acabar de darse a conocer y "dar un poco más el salto" este verano.

También se muestra prudente la copropietaria del centro de Room Escape: "de momento me da para mantenerme mes a mes"; quien espera poder crecer un poco más para "poder tener a algún empleado trabajando".

Emprender permite a muchas mujeres poder hacer aquello en lo creen "económica, creativa y empresarialmente", tener una autonomía y afrontar, en palabras de Marga Parrilla, el primer reto: "poder vivir de lo que estás creando y haciendo".

.

En portada

Noticias de