El comité de Bacardí ve lejos el acuerdo, a pesar de las nuevas ofertas
El comité de empresa de Bacardí ve lejos el acuerdo, a pesar de que la empresa ha hecho una nueva[…]
El comité de empresa de Bacardí ve lejos el acuerdo, a pesar de que la empresa ha hecho una nueva oferta económica, de forma que los 82 despidos previstos en el ERE serían indemnizados como improcedentes.
El secretario del comité de empresa de Bacardi Mollet, David Balaguer, ha explicado a EFE el resultado de las negociaciones, tras la reunión de hoy celebrada en medio de la huelga que la plantilla lleva a cabo en esta jornada.
Según ha explicado Balaguer, la medida ofrecida por la empresa implicará que los despidos sean indemnizados con 45 días por año trabajado hasta febrero de 2012, y 33 días a partir de entonces, mientras que también se han planteado prejubilaciones a partir de los 55 años.
"No salimos con ninguna sensación porque la planta aún no tiene garantizada su continuidad sin la parte productiva, y aún queda mucho para alcanzar un acuerdo que permita que el personal que siga trabajando aquí tenga una cierta garantía de continuidad", ha afirmado Balaguer.
"Este ERE tira adelante gracias a la reforma laboral, pero no tiene ninguna base argumental solida porque la fábrica no está en riesgo, ni tiene perdidas, y la empresa no está demostrando los valores que siempre ha defendido ante los trabajadores", ha explicado Balaguer.
La reunión llega el día en el que se ha retomado la huelga que, según Balaguer, ha sido secundada por prácticamente el 100 % de la plantilla, mientras que la asamblea de trabajadores celebrada por la tarde ha decidido seguir con la huelga como mínimo hasta jueves.
Los empleados han recibido hoy la visita de la Comisión de Trabajo del Parlament de Catalunya, y el jueves dirección y comité volverán a reuniré, esta vez en Inspección de Trabajo, en Barcelona, que hará de mediadora.
En esta reunión, el comité de empresa entregará un documento de mínimos a la empresa para que se cumplan en todo el proceso, mientras la plantilla sigue rechazando el ERE, el traslado de la producción a Italia y exige un nuevo plan de viabilidad para la fábrica catalana.
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