Pérdida de eficacia. Las primeras vacunas generan dudas por acortar los plazos

A lo largo del verano se han conocido avances de algunas candidatas a la primera vacuna contra el coronavirus, pero expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no contemplan su llegada hasta el próximo año

Compañías de todo el mundo llevan meses compitiendo por desarrollar la primera vacuna efectiva contra el coronavirus. Una carrera en la que varias empresas ya han mostrado avances a lo largo del verano pero que entraña una serie de riesgos para los primeros pacientes que se sometan a los ensayos clínicos. 

Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicaron recientemente un estudio en la revista The Lancet en el que pronosticaban que  acortar los tiempos podría propiciar que la vacuna solo obtuviese entre un 10% y un 20% de efectividad sobre la Covid-19.

El propio organismo considera que el porcentaje mínimo para garantizar esa eficacia debe ser del 30%; en Estados Unidos, la Agencia de Medicamentos estipula un 50% de mínimo. En cualquier caso, la OMS señala que el tiempo estimado de espera es de 18 meses, por lo que la vacuna no llegaría hasta finales de 2021. 

Unos plazos que coinciden con los de las compañías. Según un reciente estudio elaborado por The New York Times, de las 88 empresas que trabajan a nivel mundial en el desarrollo de una vacuna, 67 no comenzarían los ensayos hasta el próximo año. 

Qué vacunas llegarán primero a España

España ya se ha asegurado la compra de 30 millones de dosis de la vacuna de Astrazeneca, desarrollada junto a la Universidad de Oxford. Esta operación forma parte del paquete de fármacos adquiridos por la Comisión Europea, que asciende a 300 millones de viales y que podría incrementarse en otros 100 millones más en función de la situación epidemiológica. 

Esta vacuna se encuentra en la fase 3 de su desarrollo, y ya se prueba en una muestra de más de 10.000 voluntarios. Según declaró a finales de agosto Andrew Pollard, director de la investigación y profesor de la Universidad de Oxford, la vacuna probablemente esté lista a finales de diciembre de este año. 

Un riesgo que podría salir caro si no demostrase eficacia, ya que AstraZeneca negocia con la Comisión Europea rechazar los cargos de indemnizaciones derivadas de posibles efectos secundarios que puedieran surgir en los pacientes.

La vacuna de Johnson & Johnson

Otra de las candidatas es la vacuna elaborada por la multinacional norteamericana Johnson & Johnson. La Comisión Europea también informó a mediados de agosto del comienzo de unas negociaciones para adquirir 200 millones de dosis.

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En este caso, los plazos también se han acortado, ya que la compañía estadounidense comenzó los primeros ensayos en 1.000 voluntarios el mes pasado en lugar de hacerlo en septiembre. A lo largo de los próximos 30 días comenzarán las pruebas en 60.000 pacientes, lo que significará la entrada en la fase 3 del desarrollo. 

Otra de las negociaciones abiertas que mantiene el bloque comunitario es con la biofarmacéutica Moderna. A finales de agosto, la Comisión informó de la compra de 80 millones de viales para cuando la compañía tenga lista su vacuna. Esta es, sin embargo, una de las menos avanzadas, ya que se encuentra en la fase 1 de su desarrollo.

Moderna tampoco ha avanzado por el momento una fecha aproximada para su lanzamiento. No obstante, sí ha informado del precio a la que comenzará a distribuirla, entre 25 y 30 dólares -alrededor de 21 y 25 euros-. 

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Por otra parte, también ha habido fracasos en los ensayos. Los últimos, los de las farmacéuticas Sanofi y Regeneron. Este mismo martes anunciaron el fin de sus ensayos clínicos con su medicamento kezvara, usado contra el cáncer y que finalmente ha quedado patente su poca efectividad contra el coronavirus. 

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