Los problemas que han estado a punto de llevarse por delante a la cadena de supermercados Dia están lejos de resolverse. Con la OPA aprobada y el dinero en camino (de la ampliación de capital o el crédito participativo) el grupo encara una dura travesía en el desierto, con cinco años por delante para aplicar un plan de transformación cuya efectividad está por ver y por demostrar. Paralelamente, los directivos de la empresa (los actuales y los antiguos) también tendrán que mirar por el retrovisor porque los accionistas minoritarios, forzados en muchos casos a asumir fuertes minusvalías, prometen una batalla sin tregua. 

Entre muchos inversores existe la certeza de que Dia vale bastante más que los 0,67 euros por acción que ha pagado el fondo Letterone del empresario ruso Mijail Fridman. De ahí la sensación de impotencia de los actuales y antiguos propietarios de una cadena que llegó a valer más de 1.500 millones de euros y hoy capitaliza poco menos de 400 millones. Este es justo el incentivo perfecto para tratar de buscar compensaciones por otras vías, como la que acaba de abrir la Plataforma de Afectados de Dia, creada por el despacho de abogados Gesico, que acaba de presentar una querella contra el consejo de Administración del grupo, por los delitos de estafa, falsedad de cuentas públicas y falsedad documental. 

La querella se dirige contra el consejo de administración de Dia encargado de cerrar las cuentas de 2017, es decir, contra los directivos que formaban parte del mismo a febrero de 2018 y que se encargaron de aprobar unas cifras que desde Gesico dicen que "eran falsas". Por eso mismo, en la querella está incluido también KPMG, el auditor del grupo. Excluye por lo tanto a Borja de la Cierva, que tomó las riendas en diciembre en sustitución de Ricardo Currás, quien si se verá afectado. 

Se trata de un delito de responsabilidad personal que no afecta a Letterore, pero dejará cuestiones interesantes en el juicio en caso de que la querella sea admitida a trámite. ¿Estaban compinchados los directivos con Fridman para derrumbar las cuentas o las falsearon precisamente para tratar de defenderse del magnate ruso? "No lo sabemos, es una incógnita que está ahí", dicen desde Gesico, mientras confían en que cuestiones como esta se puedan esclarecer cuando avance la instrucción. 

Desde este despacho de abogados tienen claro que las cuentas de Dia fueron falseadas; es más, puntualizan, "la propia compañía lo ha reconocido en la reformulación de cuentas que hizo este año", apuntan. Hay un dato relevante, el informe del auditor EY en el que Dia se apoyó para reformular las cuentas y lanzar un 'profit warning' con el que empieza el verdadero desplome de la acción, todo ello a mediados de octubre del año pasado. ¿Y esta situación de dónde viene? Pues "del informe que hay de EY con el que reformulan las cuentas, un documento al que nunca han dado acceso a los accionistas", lamentan desde Gesico. 

Así las cosas, los minoritarios que se sientan afectados por todo lo que ha sucedido en Dia todavía pueden sumarse a este carro, incluso aunque hayan vendido sus acciones. ¿Y qué hay a ganar? la indemnización que se exija si al final se demuestra la falsificación de las cuentas. Y partir de ahí, "plantearemos que tengan que resarcir a nuestros clientes de los daños y perjuicios ocasionados", dicen en el despacho. Un particular que incluso haya vendido sus acciones se puede unir a la querella, aunque será más difícil justificar cómo será el proceso a la hora de la reclamación, pero se pueden unir. Respecto al coste que supondría, en Gesico explican que trabajan a 'success fee', esto es, a éxito, salvo los costes de procurador, que es lo único que tendrían que pagar los minoristas. "Vamos a éxito, confiamos en lo que hacemos y creemos que podemos ayudar a los minoritarios con la que pensamos que puede ser la mejor solución a nivel de efectividad y no de publicidad con quejas a la CNMV que son inertes y no llevan a ningún sitio", remachan en Gesico.

Los problemas que han estado a punto de llevarse por delante a la cadena de supermercados Dia están lejos de resolverse. Con la OPA aprobada y el dinero en camino (de la ampliación de capital o el crédito participativo) el grupo encara una dura travesía en el desierto, con cinco años por delante para aplicar un plan de transformación cuya efectividad está por ver y por demostrar. Paralelamente, los directivos de la empresa (los actuales y los antiguos) también tendrán que mirar por el retrovisor porque los accionistas minoritarios, forzados en muchos casos a asumir fuertes minusvalías, prometen una batalla sin tregua. 

Entre muchos inversores existe la certeza de que Dia vale bastante más que los 0,67 euros por acción que ha pagado el fondo Letterone del empresario ruso Mijail Fridman. De ahí la sensación de impotencia de los actuales y antiguos propietarios de una cadena que llegó a valer más de 1.500 millones de euros y hoy capitaliza poco menos de 400 millones. Este es justo el incentivo perfecto para tratar de buscar compensaciones por otras vías, como la que acaba de abrir la Plataforma de Afectados de Dia, creada por el despacho de abogados Gesico, que acaba de presentar una querella contra el consejo de Administración del grupo, por los delitos de estafa, falsedad de cuentas públicas y falsedad documental. 

La querella se dirige contra el consejo de administración de Dia encargado de cerrar las cuentas de 2017, es decir, contra los directivos que formaban parte del mismo a febrero de 2018 y que se encargaron de aprobar unas cifras que desde Gesico dicen que "eran falsas". Por eso mismo, en la querella está incluido también KPMG, el auditor del grupo. Excluye por lo tanto a Borja de la Cierva, que tomó las riendas en diciembre en sustitución de Ricardo Currás, quien si se verá afectado. 

Se trata de un delito de responsabilidad personal que no afecta a Letterore, pero dejará cuestiones interesantes en el juicio en caso de que la querella sea admitida a trámite. ¿Estaban compinchados los directivos con Fridman para derrumbar las cuentas o las falsearon precisamente para tratar de defenderse del magnate ruso? "No lo sabemos, es una incógnita que está ahí", dicen desde Gesico, mientras confían en que cuestiones como esta se puedan esclarecer cuando avance la instrucción. 

Desde este despacho de abogados tienen claro que las cuentas de Dia fueron falseadas; es más, puntualizan, "la propia compañía lo ha reconocido en la reformulación de cuentas que hizo este año", apuntan. Hay un dato relevante, el informe del auditor EY en el que Dia se apoyó para reformular las cuentas y lanzar un 'profit warning' con el que empieza el verdadero desplome de la acción, todo ello a mediados de octubre del año pasado. ¿Y esta situación de dónde viene? Pues "del informe que hay de EY con el que reformulan las cuentas, un documento al que nunca han dado acceso a los accionistas", lamentan desde Gesico. 

Así las cosas, los minoritarios que se sientan afectados por todo lo que ha sucedido en Dia todavía pueden sumarse a este carro, incluso aunque hayan vendido sus acciones. ¿Y qué hay a ganar? la indemnización que se exija si al final se demuestra la falsificación de las cuentas. Y partir de ahí, "plantearemos que tengan que resarcir a nuestros clientes de los daños y perjuicios ocasionados", dicen en el despacho. Un particular que incluso haya vendido sus acciones se puede unir a la querella, aunque será más difícil justificar cómo será el proceso a la hora de la reclamación, pero se pueden unir. Respecto al coste que supondría, en Gesico explican que trabajan a 'success fee', esto es, a éxito, salvo los costes de procurador, que es lo único que tendrían que pagar los minoristas. "Vamos a éxito, confiamos en lo que hacemos y creemos que podemos ayudar a los minoritarios con la que pensamos que puede ser la mejor solución a nivel de efectividad y no de publicidad con quejas a la CNMV que son inertes y no llevan a ningún sitio", remachan en Gesico.