Las empresas españolas quedan fuera de la primera fase de construcción del AVE británico

Acciona, ACS, Ferrovial y FCC no logran ninguna licitación de la línea Londres-Birmingham, un proyecto valorado en 7.500 millones

Las constructoras españolas recibieron este lunes un jarro de agua fría procedente de Reino Unido al quedar fuera de las licitaciones de los tres tramos para desarrollar la línea ferroviaria de alta velocidad (AVE) que unirá Londres con Birmingham. El consorcio público HS2, encargado del proyecto valorado en unos 7.500 millones de euros, no seleccionó ninguna de las propuestas de las compañías Acciona, ACS, FCC y Ferrovial, cada una de ellas aliadas con un socio británico para ganar opciones en el concurso.

La decisión es un fuerte varapalo para unas sociedades que cuentan con gran experiencia en la construcción de este tipo de infraestructuras tanto en España -segundo país con más kilómetros de alta velocidad por detrás de China- como en el exterior con el AVE a La Meca como principal referente. Tampoco parece haber surtido efecto la reciente visita de Estado de los Reyes Felipe VI y Letizia al Reino Unido. De hecho, uno de los principales puntos fuertes del viaje era aumentar las inversiones españolas en el país británico. Y en ese aspecto, la elevada representación empresarial que acompañó a los monarcas, puso en el plan de infraestructuras en general y del ferrocarril en particular, uno de los objetivos prioritarios.

Una estrategia que, de momento, no ha funcionado. Así, la zona Sur de la línea fue adjudicada al consorcio SCS JV, liderado por la firma sueca Skanska Construction. Por su parte, la construcción de la zona Central recaerá sobre el conglomerado Align JV, encabezado por la francesa Bouygues Travaux Publics, y de CEK JV. Asimismo, los contratos de la zona Norte del proyecto serán para el consorcio BBV, formado por la británica Balfour Beatty Group y la francesa Vinci. Según las autoridades británicas esta fase del proyecto permitirá crear 16.000 puestos de trabajo en el territorio británico.

En cualquier caso, esta licitación corresponde a la primera fase del plan que prevé llevar la alta velocidad de la capital hasta Manchester. En su conjunto, el proyecto espera crear 25.000 puestos de trabajo mientras que otras 3.000 personas operarán las redes. Además, el Gobierno británico estima que el empleo en las nuevas estaciones podría elevarse hasta 100.000 personas.

Pedido de trenes

De esta forma, las empresas españolas que no han sido seleccionadas para esta primera fase del plan de desarrollo de la alta velocidad podrán optar a las licitaciones de los nuevos tramos que deben unir Birminghan con Manchester.

Pero el interés de las empresas españolas en el ferrocarril británico no acaba en su construcción. Otras dos compañías patrias con enorme experiencia en el sector como Talgo y CAF pujan por conseguir el pedido de 60 trenes que circularán por esas vías de alta velocidad en un contrato valorado en 3.250 millones de euros. Esta adjudicación se espera que finalice en 2019.

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