¿Merece la pena pagar 1.650 euros por cenar en el restaurante Sublimotion?

Los titulares rimbombantes y las cifras estratosféricas preceden a Sublimotion. Veamos. Ofrece un menú diseñado por un elenco de siete[…]

Los titulares rimbombantes y las cifras estratosféricas preceden a Sublimotion. Veamos. Ofrece un menú diseñado por un elenco de siete chefs que, en total, suman la friolera de diez estrellas Michelin. Es una experiencia gastronómica, escénica, tecnológica y audiovisual preparada para tan solo 12 únicos comensales por pase, a los que atiende un equipo de 23 personas. Y la cuenta final asciende a 1.650 euros por cabeza, de ahí que haya sido bautizado como el restaurante más caro del mundo. Esto es lo que sé de antemano sobre Sublimotion, así que es fácil imaginar que estoy lleno de ideas preconcebidas y me mata la curiosidad cuando, poco después de las diez de la noche, atravieso junto al resto de comensales la puerta del establecimiento. Una puerta blanca con aspecto de salida de emergencia, sin indicaciones -apenas un discreto neón en la fachada que, misterioso, aparece y desaparece-, situada junto al acceso principal del Hard Rock Hotel. La entrada a este templo del hedonismo pasa totalmente inadvertida entre el trasiego frenético de la noche ibicenca.

«La primera performance gastronómica del mundo» -así define Sublimotion su equipo promocional- celebra este año su quinta temporada, que va de junio a septiembre, con varias incorporaciones. Su núcleo duro en los fogones es el de otros años: los 'galácticos' Paco Roncero -chef de la madrileña Terraza del Casino y los locales Estado Puro e inventor de todo esto-, Dani García, Diego Guerrero y Toño Pérez, a dos estrellas Michelin por barba, más el maestro repostero Paco Torreblanca. A ellos se unen el chef estadounidense de ascendencia coreana David Chang, cuyo restaurante neoyorquino Momofuku Noodle Bar luce también dos flamantes estrellas Michelin; y Marco Fadiga, el chef de la Maison Dom Pérignon, la casa encargada de maridar toda la cena. Desde luego, la parte gastronómica está más que bien cubierta. Pero Sublimotion va más allá de la gastronomía de altos vuelos. Y estoy a punto de comprobarlo.

Seguir leyendo en Código Único

En portada

Noticias de