Atención a Latam. El coronavirus deprecia los activos en los emergentes

El movimiento de flexibilización monetaria del Banco de China arrastra al resto de bancos centrales emergentes, en especial a los de América Latina y mete presión a sus divisas

La expansión del coronovarius de Wuham acabó con la tregua en las bolsas y, de paso, provoca una convulsión en los mercados emergentes.

El brote terminará con 43 trimestres consecutivos de expansión en la economía global, aunque su impacto sobre las fábricas chinas, que retomaron la producción este lunes, podría ser mucho más intenso de lo esperado.

No solo se trata de menos producción gigante asiático, sino de una menor demanda de materias primas, como petróleo, cobre o acero inoxidable, justo el oxígeno que permite respirar a los países emergentes. Y ahora se están asfixiando.

De hecho, los flujos de cartera de los mercados emergentes se han vuelto negativos en medio de un “fuerte aumento en la aversión al riesgo”, sostienen los analistas de Credit Agricole. Es decir, los inversores ven venir el problema y están apostando por hacer caja.

A la presión que llega desde China se suma la “notable desaceleración de la economía real, junto con los débiles pronósticos para el 2020”

La respuesta del Banco Central de China ha sido la clásica, recortes en los tipos de interés y más inyecciones monetarias. Pero con este movimiento está arrastrando al resto de bancos centrales de los países emergentes, que ven como sus divisas están soportando una mayor presión a la baja.

Así, Tailandia, Filipinas, Brasil y Rusia ya han decidido recortar los tipos de interés, lo que claramente erosiona el atractivo de los activos emergentes en comparación con los del resto del mundo.

Los analistas dan por sentado que México se sumará a esta oleada de flexibilización, recortando los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta dejarlos en el 7%.

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A la presión que llega desde China se suma la “notable desaceleración de la economía real, junto con los débiles pronósticos de crecimiento para el 2020”, dicen los analistas de Monex Europe.

La presión aún es mayor si se tiene en cuenta que este movimiento de los bancos centrales no es homogéneo, pues mientras que los emisores del mundo emergente están recortando los tipos y depreciando los activos, bancos con la FED o el BCE no dan síntomas de rebajar el precio del dinero, lo que hace que el diferencial perjudique cada vez a los países emergentes. 

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Entre las divisas que podrían sufrir una mayor presión se encuentra el peso mexicano, que es la única que todavía arroja beneficios en el 2020. Todo lo contrario le sucede al real brasileño, la peor moneda respecto al resto de pares en el mundo emergente.

Por eso, los inversores seguirán con mucha atención las actas del Banco de Brasil que se publicarán el martes y que podrían dar pistas sobre cuando el emisor brasileño podría poner fin a su ciclo de recortes de tipos.

Las divisas emergentes evolucionan a la baja
Las divisas emergentes evolucionan a la baja por el coronavirus.
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