El miedo a que huyan los grandes inversores hunde a solana
Grandes inversores y creadores de tokens NFT, como DeGods y Y00ts, abandonan la cadena de bloques de solana, la moneda respaldada por Sam Bankman-Fried, fundador de FTX
La cotización de solana llegó a desplomarse este miércoles más de un 12 por ciento ante el temor de que los grandes inversores abandonen el token tras la quiebra de FTX.
La criptomoneda, que llegó a ser uno de los activos emergentes en el mundo criptográfico, estaba respaldada por Sam Bankman-Fried (SBF), el barón de las criptomonedas y fundador de la quebrada plataforma.
El castigo que siguió al colapso de FTX afectó a otras criptomonedas, pero especialmente a solana, que pierde en el año un 94 por ciento de su valor. Desde enero, la moneda digital ha pedido casi 50.000 millones de dólares en capitalización.
La moneda está muy vinculada a Bankman-Fried, quien llegó a invertir más de 100 millones de dólares en el desarrollo de juegos bajo su cadena de bloques.
La confianza en solana está muy dañada
“La confianza general en el futuro de solana se ha visto afectada dada su estrecha conexión con SBF”, dijo Martin Lee, investigador de blockchain en la firma Nansen.
En la misma línea, Alberto Toribio, embajador de Cryptoplaza, aseguró que solana lo iba a tener muy difícil tras la quiebra de FTX.
Este experto ya vaticinó en finanzas.com caídas de hasta el 50 por ciento cuando la plataforma de SBF colapsó, una previsión que va camino de cumplirse en vista de la nefasta recta final de año que está marcando solana.
La huida de grandes inversores está en camino
El último tramo bajista para el token siguió a las noticias que apuntaban hacia la huida de grandes inversores.
En concreto, DeGods y Y00ts, dos de los principales proyectos de tokens no fungibles en la cadena de bloques de Solana, están abandonando el ecosistema y migrando al ecosistema de ethereum en el primer caso y al de polygon en el segundo, según informó Coindesk.
Se trata de dos de los mayores proyectos en la cadena de bloques de solana, enfocados a la creación artística mediante tokens no fungibles (NFT). Ambos intermediaron el mes pasado un total 21 millones de dólares en operaciones.
La pérdida de ambos proyectos supone una baja muy sensible para la cadena de bloques, una lista más en su mochila de preocupaciones.
La comunidad cripto tampoco ve claro su futuro. El 69,5 por ciento del más del millón de seguidores encuestados en Twitter por Ben Armstrong, fundador de Bitboy Crypto, cree que “solana está muerta”.
Una historia agridulce cargada de sobresaltos
La historia de solana es agridulce. En algunos momentos llegó a ser considerada el ‘ethereum killer’ más prometedor, por lo rápidas y baratas que eran las transacciones en la cadena. La candidata ideal para sustituir a ethereum.
Precisamente debido a esas cualidades, solana es una red poco descentralizada. Esto quiere decir que su algoritmo de consenso requiere de mecanismos centralizados, y cuando estos fallan, también lo hace la red.
Por eso mismo, la historia de solana se ha visto impactada por frecuentes interrupciones de los servicios que han ido erosionando la confianza de los inversores en el proyecto.
Por si fuera poco, a mediados del verano, cuando ya se había producido la quiebra de terra, pero no se sabía nada de los problemas de FTX, la cadena de solana sufrió un hackeo masivo.
Hasta 7.900 billeteras de solana fueron pirateadas en un robo que se estima superó los 5,2 millones de dólares.
Si bien este caso no trascendió a la opinión pública como lo haría posteriormente la quiebra de FTX, si abrió los ojos a los criptofanáticos ante las crecientes amenazas que afronta una industria todavía joven y en fase de desarrollar su regulación.
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