Universitario, llegó la hora de plantearse seriamente emigrar

Si eres un estudiante universitario en tus últimos años de carrera en una especialidad de esas muchas que en España[…]

Si eres un estudiante universitario en tus últimos años de carrera en una especialidad de esas muchas que en España no tienen salida (casi todas, la verdad) y leyendo las previsiones económicas para los próximos años, sí que habrías de plantearte seriamente echarte la mochila al hombro y salir a buscarte la vida fuera de aquí. Existen al menos tres razones para pensarte esta decisión.

La primera de ellas sería la situación económica de España frente a la de otros países. Algunas economías ya han salido de la recesión y precisan de empleados cualificados para desarrollarse. Países en esta situación de generar empleo están lejos, como Tailandia, Australia, Brasil o China, pero otros en situación mejor que la nuestra están más cerca, como EEUU, Francia o Alemania. España no va a generar empleo ni en 2010 ni, probablemente, en 2011, es lo que dicen los expertos, pero cuando lo haga, tampoco lo va a generar en actividades nuevas, en esas en las que se va a escribir el futuro del mundo, como en las de investigación, por ejemplo.

El viejo modelo económico español que sobrevivía a base de la construcción y el ladrillo ha muerto. Sin embargo, la apuesta del actual gobierno y sus esfuerzos siguen yendo en la línea de la resurrección del viejo modelo y no en la creación de uno nuevo basado en la I D i. Así, y puestos en el mejor caso posible, la resurrección del modelo de crecimiento ladrillero, nuestra competitividad no mejoraría un ápice y nuestra productividad, tampoco, como ya hemos demostrado cuando este modelo funcionaba. Volverá a haber trabajo en la construcción y en el turismo, pero eso sólo servirá para que los camareros españoles  tengan estudios superiores y hablen algún que otro idioma, porque tampoco veo a licenciados en la obra, con el mono de trabajo puesto. Y  todo esto, compartiendo mostrador o zanja con inmigrantes sin estudios, pero con motivación, esa de la que carecerá un universitario español que todavía sueña con un trabajo vocacional para el que estudió cuatro o cinco años de su vida mientras pone cafés a taxistas a las seis de la mañana.

Y esta es la tercera razón, y la que más duele: nuestro nivel educacional no tiene nada que envidiar al de otros países occidentales. Nuestros universitarios pueden investigar, curar, diseñar o crear como los del resto del mundo. La diferencia es que en España no pueden hacerlo. Primero, porque no hay trabajo, y los licenciados tienen que comer a diario, como todos; segundo, porque España está despreciando la posibilidad de crear un nuevo modelo de desarrollo económico en el que asentar su futuro junto con el de estos licenciados.

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Si estás preparado para investigar, por ejemplo, y nuestro país no te permite vivir de la investigación, sólo te queda una salida. Si, además, Europa te abre sus puertas -que era algo que otros no tuvimos tan fácil, ¿por qué dejar pasar el tren? El mundo te llama, España te echa... ¿hasta cuándo aguantarás la sopa boba de papá y mamá? ¿Esperarás a que te echen ellos también, con más de treinta años, un trabajo de mierda y sin futuro laboral? Como diría un castizo... "Amos, no me jodas,... y coge el tren".

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